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El Gobierno recorta la apelación al mercado a la espera de mejoras en la prima

¿Buenas noticias? España logró reducir la deuda estatal en abril

La deuda del Estado está en máximos históricos y no va a dejar de crecer hasta 2014, en el mejor de los casos. Pero el mes de abril ha dado una alegría a las cuentas: el pasivo se redujo más de 13.500 millones, aunque eso puede suponer una mala noticia a medio plazo.

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Dinero.Thinckstock

Se trata de un oasis en pleno desierto, pero en ningún modo de un espejismo. Los datos del Tesoro lo dicen claramente: la deuda soberana del Estado se redujo en el mes de abril. En un escenario de mayores necesidades financieras, en el que cada subasta cuesta más que la anterior, el Estado debía 13.519 millones menos que en marzo, según los datos publicados por el Tesoro.

La deuda soberana se situó en 606.349 millones al cierre de abril, el menor volumen en lo que va de año. Pero tiene una explicación. El Estado decidió amortizar casi 24.000 millones de vencimientos y emitir una cifra muy inferior, menos de 10.500 millones. ¿Por qué? Es cierto que el Tesoro tiene un colchón de liquidez importante, pero también que no le da para más allá de agosto si deja de emitir (y mucho menos si tiene que hacer frente antes de lo previsto al rescate de Bankia). Sin embargo, ante las tensiones que vivieron los mercados de renta fija en abril, el Gobierno decidió pisar el freno y tirar de hucha para afrontar los vencimientos, a la espera de una tregua en la tormenta.

El problema es que la calma no ha llegado. Puede que abril fuera un mal mes para la prima de riesgo (fue cuando el diferencial con el sacrosanto bono alemán a diez años superó los 400 puntos), pero mayo ha sido mucho peor (se han superado los 500). Y junio no tiene mejor pinta. El resultado es que el Tesoro puede verse obligado a salir a pedir el dinero extra que se dejó por el camino a unos precios que, ahora, son mucho más altos de lo que eran en abril.

De todas formas, la cifra que publica mensualmente el Tesoro refleja solo la deuda del Estado, sin contar la que corresponde a las comunidades autónomas o a los ayuntamientos. De ahí que los 606.350 millones que consigna como pasivo supongan solo el 56,5% del PIB, cuando la deuda pública total está en máximos y roza ya el 70%.

Por mucho que abril haya dado una alegría (con matices), lo cierto es que 2012 será un año histórico para la deuda y no en el buen sentido. Las previsiones que ha mandado el Gobierno de Mariano Rajoy a Bruselas dejan claro que el pasivo crecerá a una velocidad récord este ejercicio y que llegará cuando termine diciembre al 79,8% del PIB. A partir de ahí, el incremento será más lento, pero todavía en 2013 el conjunto de España amasará más deuda, hasta llegar a un pico del 82,3%.

Desde ese punto álgido, los cálculos del Gobierno son positivos. Con muchas cautelas, el Ministerio de Economía cree que a partir de 2014 la deuda comenzará a reducirse, aunque de forma muy lenta y siempre contando con que los intereses no se disparen. Y eso, con una prima que supera ahora los 500 puntos, no deja de ser la expresión de un deseo.

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