El cese de la juez sitúa en vía muerta el juicio por el plante de los controladores
La instrucción del juicio contra los controladores aéreos de Madrid por el plante de diciembre de 2010 avanza con dificultad tras el cese de la juez María del Sagrario Herrero hace un mes y su sustitución por Carmen Simón. Denunciados y denunciantes temen que, por su complejidad y número de afectados, la apertura de juicio oral, si se produce, se demore "años" y no haya sentencia definitiva en una década.
Ha pasado año y medio desde que el 3 de diciembre de 2010 el Gobierno decretara el cierre del espacio aéreo y la militarización del colectivo de 2.200 controladores. Pese al tiempo transcurrido, avanzan con gran lentitud los procedimientos penales abiertos contra unos 400 profesionales en Madrid, Barcelona, Canarias, Palma y Santiago de Compostela cuyo fin es dirimir si antes del cierre del espacio aéreo los profesionales del control habían abandonado sus puestos de trabajo de manera coordinada, alegando enfermedad.
La instrucción de uno de los procesos clave, la causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 54 de Madrid por una denuncia del despacho Cremades & Calvo Sotelo, se ha visto alterada por el cese de la juez María del Sagrario Herrero en abril y su sustitución por la magistrada Carmen Simón.
Oficialmente, Herrero abandonó el juzgado creado especialmente para esta causa para hacerse cargo de una plaza en propiedad en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Fuentes jurídicas cercanas a la defensa de los controladores indicaron que, tras el cambio en la dirección de Aena en diciembre último, Herrero había expresado su deseo de abandonar la instrucción. Aseguran que en el curso de la toma de declaración de algunos controladores "había dado muestras de gran inquietud".
Simón, la sustituta, ha retomado la instrucción recabando la declaración de imputados y testigos. No obstante, distintas partes implicadas han explicado que en 18 meses la ingente cantidad de documentación acumulada (más de 35 tomos con 80.000 folios hasta el momento), así como el volumen de los afectados personados, más de 20.000, han convertido este procedimiento en uno de los más complejos de la historia judicial española.
Indefensión
El cambio de titular en el juzgado, sumado a la complejidad de la instrucción, han provocado el pesimismo y sensación de indefensión, tanto entre los afectados como entre los imputados. Los cálculos más optimistas entre los representantes legales de ambas partes indican que, en caso de que finalmente se abra juicio oral, su inicio podría demorarse "años", mientras que lograr una sentencia firme será cuestión de "una década".
El sentimiento de indefensión de los afectados y también de los imputados se ve multiplicado por el hecho de que los procedimientos penales han dejado en suspenso el rosario de iniciativas administrativas o abiertas por las vías laboral y civil tras el grave impacto y alarma social creado con el plante y el cierre del espacio aéreo en diciembre de 2010. Ambos acontecimientos dejaron atrapadas a 250.000 personas que, sin saber lo que les esperaba, iniciaban el 3 de diciembre de 2010 un largo puente de vacaciones.
Entre los procedimientos en suspenso se encuentra un centenar de denuncias por vía administrativa que apunta a Aena como responsable subsidiario de la situación, así como 425 expedientes laborales contra otros tantos controladores, abiertos en su día por la empresa propietaria de la red.
En este vía crucis de reclamaciones por el plante y de establecimiento de responsabilidades, lo más significativo han resultado las sentencias dictadas en diversos juzgados provinciales en relación a los procedimientos penales abiertos contra los controladores de aeropuertos de menor tamaño.
De los 22 pronunciamientos judiciales que ya se han producido, 16 han desestimado la responsabilidad de profesionales del control y dos han resultado condenatorios.
USCA entra en crisis y sube su tensión con Aena
El sindicato de controladores USCA se encuentra gravemente dividido. Su presidente, Camilo Cela, se ha visto sorprendido por la dimisión de su secretario general, Abel Hernández, y, posteriormente, por la renuncia de quien Cela quería que fuera su sustituto, Antonio Domínguez.Fuentes oficiales de USCA niegan la crisis y aseguran que en breve habrá un nuevo secretario general. Otras fuentes, no obstante, dijeron que utilizarán la votación en asambleas para ratificar al nuevo candidato para forzar la dimisión de Cela.La oposición es tan fuerte que 200 controladores de Madrid y Barcelona están en proceso de crear otro sindicato cuyas siglas serán ACNA. En el trasfondo de estas tensiones está la política de entendimiento de Cela con el equipo del nuevo presidente de Aena. Manuel Vargas ha asegurado recientemente que las relaciones con USCA son "buenas, de momento"; pero ha querido recalcar que es "de momento".