¿Quiere vender fuera y no sabe cómo?
Banco Sabadell y Cesce lideran un programa de apoyo a la exportación.
Las pymes están cansadas de que todo el mundo les diga que deben salir al exterior si quieren sobrevivir a la caída del mercado interno. No es que no crean en ello. Al contrario, seguramente estarían encantadas de vender en China o Brasil. El problema es que la gran mayoría carece de los medios económicos para financiar un proyecto de esta envergadura o desconoce los pasos que debe seguir. Para ayudarlas en este sentido, el Banco Sabadell ha creado Exportar para crecer, una plataforma en la que seis compañías con larga experiencia en comercio exterior han unido sus servicios en una oferta integral. Así, además del banco promotor, el programa cuenta con la colaboración de la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación (Cesce), el bufete Garrigues, la firma de servicios aduaneros Arola, la asociación multisectorial de empresas Amec y la escuela de negocios Esade. De esta forma, las empresas interesadas en exportar tendrán a su disposición en un solo producto servicios financieros, logísticos, jurídicos y formativos, entre otros.
"Hoy es una necesidad indudable que las empresas consideren que su mercado es el mundo, que este crece a distintas velocidades y que las oportunidades pueden estar en cualquier país. Pero no podemos quedarnos en el mensaje porque eso ya lo sabemos todos", comenta Xavier Puig, director de negocio internacional de Banco Sabadell. "Pocas empresas se atreven a salir al exterior y muchas todavía no saben cómo. Para dar una respuesta a ese cómo nace este programa", explica.
El banco lanzó la iniciativa en febrero pasado con la idea de cubrir toda la cadena de servicios que requiere un proyecto de exportación, desde crédito hasta asesoramiento fiscal. "La clave es acompañar a las empresas de manera efectiva a lo largo de todo el proceso", dice. Del aseguramiento de las operaciones, por ejemplo, se encarga Cesce. "El corazón de nuestro negocio es la cobertura, pero no nos limitamos a eso sino que también ayudamos a las empresas a encontrar clientes en el exterior, en cada uno de los países en los que están interesados. Para esto tenemos un producto global que hemos incorporado al programa", señala Juan Antonio Mateo, director comercial del grupo, de cuyo accionariado también forma parte Sabadell.
En lo que concierne a la financiación, el programa no cuenta con una dotación específica. Esta proviene de fondos de Sabadell. "No es que las empresas hayamos constituido un fondo para destinarlo al programa. Lo que intentamos es maximizar las capacidades de cada uno en su respectiva especialidad, correspondiéndonos a nosotros la parte de financiación y de gestión de cobros y pagos, y a Cesce, el aseguramiento", aclara Puig.
Y si bien las empresas que se acojan al programa no deben esperar condiciones preferentes ni un tratamiento distinto en términos de evaluación crediticia que los que recibe cualquier otro cliente del banco, Puig destaca que en circunstancias difíciles como las actuales los bancos valoran mucho mejor a la empresa que muestra una vocación internacional que a la que está concentrada únicamente en el mercado doméstico. "Los criterios que usamos para evaluar una petición de crédito que nos entra por la vía del programa son los mismos que aplicamos a cualquier otra empresa que no está en él. Pero cuando uno tiene al frente a una compañía que ha desarrollado sus capacidades para vender en otros mercados, probablemente el salto cualitativo que esto le ha demandado se haya trasladado a sus estados financieros, a la profesionalidad de su gestión y a su estructura. Eso, a la hora de calificar el riesgo que supone financiarle, suma mucho más puntos que en el caso de otra empresa que no ha dado ese salto cualitativo", explica. El aseguramiento de Cesce también contribuye a abaratar el coste de la financiación, ya que este constituye una garantía para el banco.
Exportar para Crecer está abierto a cualquier empresa, tanto a la que ya está en el mercado internacional como a aquella que todavía no ha dado el salto pero está decidida a hacerlo. Tampoco se circunscribe a proyectos de exportación. Una empresa que está interesada en abrir una filial en el exterior o importar bienes también puede acogerse a él. "El nombre del programa puede ser engañoso. La palabra correcta es internacionalización, que significa estar abierto a los mercados internacionales en la doble vertiente: en la exportación y en la importación, pero también en la recepción de capitales y en la inversión directa en el exterior", sostiene Puig. "En definitiva, se trata de estar abierto al mercado global. Importar no amenaza nuestros empleos. Al contrario, muchas veces lo que hace es permitir que empresas sigan operando y manteniendo centros de decisión en nuestro país".
Formación en jornadas y vídeos online
Una pyme puede poner todo el empeño del mundo en conquistar nuevos mercados, pero difícilmente podrá conseguirlo si no cuenta en su plantilla con personal capacitado en temas de comercio exterior y que domine idiomas. Por eso, en sus primeros meses el programa ha puesto mucho énfasis en el aspecto formativo.Para ello se vale de una serie de recursos online a los que puede accederse desde la web de Sabadell. Entre estas herramientas destacan una guía práctica de comercio exterior, un selector de condiciones de entrega de mercancías y un blog con artículos y vídeos formativos. La plataforma hace un uso intensivo de estos últimos en diferentes formatos, desde píldoras (vídeos de corta duración con consejos de expertos de Esade sobre temas puntuales) hasta grabaciones de los momentos más destacados de los talleres impartidos por cada uno de los socios del programa durante las Jornadas Exportar para Crecer. Estas ya se han celebrado en Barcelona y Bilbao y próximamente se organizarán en León (lunes 18 de junio) y Oviedo (martes 19). En la segunda mitad del año están previstas en Valencia y Sevilla."Nunca antes se han tenido tantas capacidades como ahora. Sería una pena que no supiéramos aprovecharlas", advierte Puig. "Hace 30 años no existía ni el 10% de todos los recursos que tenemos ahora. Quizá estamos frente a una partida en la que tenemos todas las cartas y lo que tenemos que hacer es aprender a jugarlas".