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Columna
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China desacelera y el lujo también

La cancelación de la OPV de 1.000 millones de dólares de Graff Diamonds en la Bolsa de Hong Kong es el último signo de que las compañías de lujo están perdiendo su brillo al tiempo que decae el dinero chino. La restricción del crédito en el país ha jugado un papel, junto a su ciclo político.

Las compañías que están en la cima no se han salvado. Baoxin, un distribuidor de automóviles de lujo, y Hengdeli Holdings, un vendedor de primeras marcas de relojes, han visto caer sus acciones en un 30% desde el 1 de mayo. Los joyeros lo han hecho un poco mejor. Tifanny's y Chow Tai Fook cayeron un 20% durante el mismo periodo. A pesar de la teoría de que los superricos no conocen la recesión, es el sector de lujo más suave el que se está manteniendo.

Las cosas están peor para las supuestas inversiones en lujo. Una botella de Lafite del 2008 ahora se vende por 1.100 dólares en Shanghái, un 50% menos que su máximo. Las ventas de Christie's en Hong Kong durante la primera mitad de 2012 cayeron más de un 30%. Sotheby's ha informado a los compradores que sus ventas en la zona son cada vez menores. Los compradores chinos tienen a ser más inversores que conocedores. Son conducidos a menudo por el momento, por lo que una pequeña corrección del precio puede convertirse en una retirada total. El mercado inmobiliario de alta gama de Hong Kong es otra víctima. Los clientes de la zona han ayudado a elevar los precios de las casas en un 80% desde primeros de 2009. Pero su cuota de nuevos clientes cayó ligeramente en el primer trimestre, coincidiendo con el endurecimiento de los créditos bancarios en China.

Pero no subestimemos la influencia de la política. El 30% de las compras de bienes de lujo en China son comprados como regalos. El grupo Swatch advirtió recientemente que los productos con precios muy elevados habían empezado a desacelerar en China. Una demanda más suave en China puede golpear de la forma más dura a las grandes del mercado.

Por Wei Gu.

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