El reto de recuperar el prestigio de la institución
El próximo gobernador del Banco de España aterrizará en su cargo en el momento más delicado de la crisis, con la presión de los mercados al rojo vivo. Completar el saneamiento del sector financiero dominará la agenda del nuevo gobernador, si bien su principal reto será restaurar el prestigio de una institución que hasta hace nada contaba con un gran respeto y reconocimiento internacional. Un objetivo necesario para restablecer la credibilidad del país, ahora mismo cuestionada por la delicada situación que atraviesa la banca, el rescate millonario de Bankia y las crecientes dificultades para enderezar las cuentas públicas en un entorno recesivo.
"Es importante tener un supervisor con credibilidad y reputación. El Banco de España tiene los mejores economistas y las mejores inspecciones. Lo primero es restaurar el prestigio de la entidad", asegura Joaquín Maudos, investigador del IVIE y profesor de la Universidad de Valencia.
La caída de Bankia ha sido sin duda el punto culminante del desprestigio de la institución, propiciado también por el propio Gobierno al desautorizar al supervisor con su decisión de encargar auditorías externas para la cartera crediticia del sector.
El próximo capitán del Banco de España tomará las riendas, por tanto, en un momento decisivo para el país y entre sus principales cometidos estará precisamente la supervisión de los planes de saneamiento que el sector debe enviar como tarde el 11 de junio. Una tarea que deberá abordar al tiempo que convive en el interior de la institución con la labor de los dos auditores independientes de la cartera crediticia. Un reto mayúsculo y decisivo en el que la transparencia en el control de las entidades deberá primar para restablecer la credibilidad del organismo.
Completar el proceso de reestructuración del sistema financiero -el futuro de Banco de Valencia, Catalunya Caixa y Novagalicia sigue en el aire- y restaurar el diálogo entre Economía y el supervisor serán otros importantes desafíos que deberá afrontar el próximo gobernador, además de poner en valor los diagnósticos económicos de la institución, la más capacitada para valorar el entorno económico y financiero del país.
"Conceder al servicio de estudios del Banco de España el protagonismo que tiene es otro gran desafío", añade Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB. "En los tiempos de bonanza estuvo tiempo alertando sobre la burbuja inmobiliaria", recuerda. "Hay que ponerlo en valor", añade Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas. "Durante esta crisis prolongada, en la que ha habido errores, por su parte también, su visión de la economía ha sido certera", recuerda Santiago Carbó, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Granada.
El futuro gobernador del Banco de España tendrá que gobernar con mano de hierro, pero para ello necesitará también apoyo político claro para tomar las decisiones precisas. Se pide un perfil negociador, con prestigio internacional, conocimiento profundo del Banco de España y del sector financiero, sin antecedentes políticos y con idiomas. En resumen, el candidato perfecto.