Demasiada presión para ejercer de gobernador
Puede que no sea el mejor momento para adelantar su salida, aunque sea solo en un mes". Esta era la opinión más generalizada del sector financiero cuando ayer por la tarde conoció por sorpresa la decisión de Fernández Ordóñez de dejar su cargo el próximo 10 de junio. La gran mayoría lo entendía. Pero la decisión del gobernador sorprendió a todos menos a sus más allegados, a quienes se lo había comunicado unos días antes. El ministro de Economía, Luis de Guindos, quería que su sucesor comenzase su trayectoria justo con el inicio del nuevo plan financiero que el jueves será refrendado en el Congreso, y Ordóñez aceptó. "Los desencuentros entre el Gobierno, y sobre todo entre Guindos y él, eran continuos. El ninguneo de Economía sobre la institución supervisora era total", señalaba un conocido banquero.
Un alto ejecutivo aseguraba que su salida "se produce por razones obvias y notorias. Nunca ha contado con el apoyo del actual Gobierno y por primera vez en su historia el Banco de España ha perdido su prestigio. Por el bien de la institución es lógico que pueda entender ahora que lo mejor es dejar el cargo un mes antes si así se garantiza la estabilidad del Banco de España y del sistema financiero".
"Lo cierto es que Ordóñez ha estado más pendiente de la evolución de la macroeconomía del país que de su principal labor, la vigilancia del sistema financiero, y eso ha provocado incluso toda una revolución dentro del Banco de España", afirmaba otro directivo financiero. "Veremos cómo lo entienden mañana por hoy los mercados, que ya han acogido mal la intervención de Bankia", añadía otro ejecutivo. Ordóñez podrá hoy dar las explicaciones pertinentes públicamente sobre su salida. Está citado en el Senado para informar del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2012. Mafo, como también se le conoce, podría justificar su salida y despejar varias dudas que han provocado luces y sombras sobre su mandato. La decisión del gobernador, no obstante, ha sido apoyada por el presidente del Gobierno, quien considera que "favorece una transición ágil y eficiente en el puesto de gobernador". Economía niega cualquier presión para que Ordóñez dejase su cargo antes.