El Banco de España augura otro trimestre en recesión pese a mejorar la confianza
España ya está en recesión y volverá a registrar una contracción de su economía en el segundo trimestre del año. Así lo avanzó ayer el Banco de España, a pesar de que se han registrado algunas mejoras en los indicadores de confianza de los hogares y los comerciantes en abril.
Nadie esperaba una recuperación milagrosa. Las previsiones son contundentes al respecto y ninguna de las grandes casas de análisis o instituciones contaba con una mejora de la economía en este segundo trimestre.
Por si acaso, el Banco de España ha laminado ya cualquier esperanza que pudiera quedar: "Por lo que respecta a la información más reciente, los indicadores disponibles referidos al segundo trimestre del año son todavía escasos, si bien anticipan que la actividad seguirá contrayéndose en ese periodo", constató ayer el organismo regulador en su boletín mensual de mayo. La economía española está ya oficialmente en recesión tras seis meses de caída, así que el vaticinio del Banco de España implica que viene un tercer trimestre de contracción.
Eso sí, el supervisor se corrige y reduce la disminución del PIB en el primer trimestre. En su día, el Banco de España cifró en el 0,4% la caída de la economía entre enero y marzo, un porcentaje que el INE contabilizó que fue del 0,3%. El organismo presidido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez no entra ahora a especificar dónde se perdieron las centésimas; solo asume la tesis oficial: "De acuerdo con las cifras de la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre de 2012 el PIB de la economía española experimentó una caída del 0,3%".
Pero lo que se juega ahora es el segundo trimestre y parece que la caída será limitada. Incluso hay buenas noticias en algunos campos. El consumo privado es uno de ellos. "La confianza de los hogares experimentó una leve mejoría en abril, interrumpiendo así el perfil de fuerte deterioro de los tres primeros meses del año". Es más, "esta mejora se sumó a la observada en el indicador de confianza de los comerciantes minoristas gracias a una valoración más favorable de la actividad comercial, tanto reciente como esperada", añade el Banco de España. A eso se une que "el índice que mide el clima de los productores de bienes de consumo superó en abril los registros de los cinco meses anteriores".
Los peores datos
Ahí terminan las buenas nuevas y empiezan las negativas. Las matriculaciones de vehículos particulares volvieron a registrar en abril un fuerte retroceso interanual. "En términos intermensuales, sobre la serie corregida de estacionalidad y de efectos calendario, se estima una caída de en torno al 2%". Tampoco han ido bien las ventas interiores de bienes y servicios de consumo que proporciona la Agencia Tributaria, con datos a marzo, así como el indicador de comercio al por menor. Es más, las ventas minoristas a precios constantes -eliminado el efecto de la inflación- y corregido el efecto del calendario cayeron en abril el 9,8% frente al mismo mes de 2011, la mayor caída del histórico que comenzó a elaborar el INE en 2003.
Ni siquiera el turismo ha salido al rescate. La contabilidad nacional ya consignó el fin de la fortaleza de los ingresos por este concepto en el primer trimestre y los indicadores disponibles para el mes de abril dicen que la tendencia se confirma. El mal clima económico no afecta solo a España. Varios de los países europeos que nutren de turistas al territorio nacional también sufren las inclemencias del tiempo financiero y han frenado sus viajes.
La peor noticia, sin embargo, está en el empleo. La debilidad del mercado de trabajo continúa y no se ven signos de mejora. La cifra de afiliados a la Seguridad Social acentuó su caída interanual en cuatro décimas, hasta el 3,2%, mientras que el aumento interanual del número de desempleados se aceleró en un punto y medio, hasta el 11,1%, advierte el supervisor.
El Banco de España destaca que la duración media en el desempleo está creciendo de forma generalizada en todas las edades y señala que, al inicio de 2012, la cifra de paro de larga duración superó los 2,8 millones de personas. Esto supone que casi la mitad de los parados perdió su empleo hace más de un año.
Hacia el 1,7% de contracción este año
Paso a paso, España está avanzando hacia el cumplimiento de sus previsiones. El problema es que esta vez no es una meta agradable. Ni siquiera el Gobierno ha salido con una previsión de caída del PIB más moderada que el resto, con el ánimo de que unas mejores expectativas terminen calando en el consumo. Al revés, el Ejecutivo de Mariano Rajoy se puso en lo peor y vaticinó una contracción del 1,7% en el PIB de este año cuando casi nadie contaba con una proyección tan negativa.Pero el tiempo parece estar dándole la razón, al menos si se tiene en cuenta el comportamiento de las organizaciones internacionales. Una tras otra han ido empeorando sus pronósticos para España. Ahora, el FMI es más negativo que el Gobierno y cree que la economía va a caer un 1,8%. Lo mismo piensa la Comisión Europea. La OCDE, al menos, se queda en el 1,6%.