La UE denuncia ante la OMC las trabas de Argentina a las empresas europeas
La Comisión Europea denunció el viernes a Argentina ante la Organización Mundial de Comercio por frenar las importaciones de productos europeos con medidas arbitrarias y requisitos administrativos poco transparentes e injustificados. Bruselas presenta el caso como parte de la respuesta política a la expropiación de YPF.
El deterioro de las relaciones comerciales entre Argentina y la Unión Europea continúa agravándose y se acerca ya a una guerra abierta que deberá resolverse con la mediación de la Organización Mundial de Comercio (OMC). La Comisión Europea solicitó el viernes a ese organismo que inicie un periodo de consultas sobre su conflicto con Buenos Aires, lo que constituye el primer paso de un arbitraje que podría desembocar en duras represalias por parte de la Unión Europea.
Si Ginebra falla en favor del Viejo Continente, el castigo podría afectar a casi el 80% de los bienes que Argentina exporta hacia la UE. En total, podría verse afectado un flujo comercial en las dos direcciones valorado en 2011 en 16.600 millones de euros.
Bruselas responde así a la escalada de restricciones a la importación que los sucesivos Gobiernos de Buenos Aires han ido aprobando desde 2005. La CE ya estaba estudiando el pleito cuando la expropiación de la filial argentina de Repsol colmó la paciencia del organismo comunitario.
"Las condiciones para el comercio y la inversión en Argentina están empeorando claramente", señaló el viernes el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, tras presentar la queja en la OMC. El departamento de De Gucht añadió que "el caso Repsol es un testimonio de la preocupante política que está siguiendo Argentina".
Bruselas, sin embargo, no se plantea suspender los beneficios arancelarios que Argentina disfruta en la UE como país en vías de desarrollo, un castigo que hubiera tenido efectos más rápidos.
La denuncia ante la OMC se dirige expresamente contra el sistema de licencias y autorizaciones previstas que Argentina exige para la importación de mercancías. Bruselas describe el sistema como "arbitrario" y "tortuoso", cuyo único objetivo parece ser "retrasar sistemáticamente las importaciones" o "rechazarlas por oscuros motivos". Los retrasos, dice la CE, llegan a ser de seis meses.
Proteccionismo
Bruselas reconoce que las normas de la OMC permiten la imposición de ciertas restricciones para facilitar el desarrollo de un país. Buenos Aires, precisamente, justifica su proteccionismo como una vía para lograr la reindustrialización del país una década después de su dramática suspensión de pagos.
Pero la CE está convencida de que el planteamiento del Gobierno de Cristina Fernández no solo incumple las premisas requeridas por la OMC sino que irá en detrimento de la economía de su país. "Los controles", dice el equipo de De Gucht, "han tenido un gran impacto en el comercio argentino y, además, la historia muestra que el freno a las importaciones no genera automáticamente una producción local".
Buenos Aires parece pensar lo contrario, porque las restricciones se han ido ampliando y desde este año afectan al 100% de las importaciones de bienes europeos, desde calzado y textil a alimentos, medicamentos, muebles, bicicletas o coches de lujos. A principios del año 2011, según la CE, más de 6.000 líneas de productos, con unas ventas por valor de 500 millones de euros, estaban afectadas. Durante este año, la facturación afectada ascenderá a 8.300 millones. Y la CE teme que las trabas se extiendan al sector servicios, en el que la UE tiene un superávit con Argentina de 900 millones de euros.
Gran guerra
El choque de Argentina con la UE sería de grandes dimensionesInversión: la UE, con 49.500 millones de euros, es el mayor inversor extranjero en el país de Cristina Fernández.
Importaciones: Europa importa bienes argentinos por valor de 10.300 millones de euros.
Exportaciones: la venta de productos europeos en Argentina reporta 8.500 millones de euros.
Servicios: la UE tiene un superávit en el sector terciario de 900 millones, gracias a una inversión de 3.000 millones.