Renfe asegura que hay problemas legales para liberalizar el tren de pasajeros
En su primera comparecencia pública, el nuevo presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, aseguró el viernes que el proceso de liberalización del transporte ferroviario de viajeros debe ser desmitificado. Precisó que, para poder iniciarse, requiere una modificación de la ley ferroviaria, con varios capítulos suspendidos en la actualidad, por lo que de momento, afirmó, es imposible concretar la fecha de su puesta en marcha.
Según el presidente de Renfe, todos los corredores de alta velocidad existentes tienen capacidad técnica y surcos suficientes para que entren otras operadoras y circulen más trenes, además de que la red se irá haciendo cada vez más mallada, llegando a Galicia y Alicante, entre otras ciudades.
En cuanto a la salida de Renfe de sociedades participadas, Gómez-Pomar ha indicado que la operadora venderá su participación en 21 de ellas, entre ellas las que comparte con Talgo y Alstom, mientras que continuará en las de integración de las estaciones de alta velocidad. En la misma línea, el primer ejecutivo de la empresa pública abrió la puerta a un eventual cierre de alguno de sus talleres, al señalar la necesidad de abordar una reestructuración de esta división industrial, que considera "cuenta con la misma estructura que tenía cuando circulaban las locomotoras a vapor".
"Hay una distribución y despliegue de talleres que no se corresponde con el actual parque de trenes de Renfe", declaró Gómez-Pomar, que además detalló que este negocio supone una pérdida anual de unos 40 millones de euros.
Gómez Pomar aseguró que la operadora estudia dejar de operar los trenes hotel, especialmente los que circulan en rutas internacionales, debido a una importante caída de la demanda. Los servicios que se ofrecen a París desde Madrid y Barcelona o desde esta última ciudad a Milán, entre otros destinos internacionales, además de varios nacionales, son "el principal foco de la no rentabilidad".