Plena sintonía sobre qué hay que lograr, escasa en el cómo
Rajoy y Hollande se muestran a favor de actuar a corto plazo
Primer encuentro bilateral desde que Mariano Rajoy y François Hollande accedieron al cargo. Y aunque el almuerzo que celebraron en París transcurrió en un ambiente "cordial", durante la rueda de prensa conjunta ambos mandatarios mostraron algunas discrepancias. Madrid y París están de acuerdo en lo fundamental, es decir, en que hay que actuar a corto plazo para frenar la crisis de la deuda, aunque cada país defiende unas fórmulas para lograrlo.
El presidente francés insistió en la necesidad de apostar por medidas que estimulen el crecimiento y refuercen el sistema bancario para hacer sostenible la deuda. Por su parte, el jefe del Ejecutivo español matizó que a "cortísimo plazo" es prioritario resolver la cuestión de la sostenibilidad y la financiación, que permita abordar con posterioridad asuntos como la integración económica y la creación de eurobonos para paliar el alto endeudamiento de algunos países.
Mensaje claro
España insiste en que "a fecha de hoy" no necesita fondos europeos para recapitalizar la banca
Sobre la situación del sistema financiero español, Rajoy quiso enviar un "mensaje claro e inteligible" sobre la banca española, "que no puede ser cuestionada porque no hay materia para cuestionarla". "A fecha de hoy, el Gobierno no tiene ningún interés y no desea utilizar fondos de la UE ni de otro organismo" para recapitalizar los bancos con dificultades, apostilló el presidente del Gobierno español. Sobre este asunto, Madrid reiteró que hay instrumentos más rápidos que el fondo europeo de ayuda, que todavía no está en vigor. "Hay otros instrumentos más rápidos para resolver los problemas de financiación o liquidez de los bancos", aseguró Rajoy, quien reiteró que es partidario de una intervención directa del Banco Central Europeo (BCE). Hollande, por su parte, señaló que es necesario que los bancos que precisen la ayuda del fondo europeo deben poder obtenerla "sin pasar por los Estados", lo que constituyó una de sus propuestas a nivel comunitario en la cumbre informal que celebraron anoche los países de la UE.
El presidente galo afirmó: "Cuanto más fluido sea nuestro sistema financiero, será más sólido y tendremos mejores condiciones para el crecimiento".
En lo que sí parece que hubo plena sintonía entre ambos mandatarios es en la urgencia de actuar cuanto antes porque, tal y como admitió el presidente español, "no se puede vivir así mucho tiempo" (en alusión alas elevadas primas de riesgo de países como Italia, España e incluso Francia). Rajoy recalcó, sin citar al BCE, que Europa debe dar una respuesta. "Estamos haciendo reformas, pero no podemos seguir viviendo con unos diferenciales de deuda tan altos, así es difícil que las reformas surtan efectos", añadió.
De este modo, tras confirmar el compromiso de España con los objetivos de déficit, el jefe del Ejecutivo español subrayó que se trata de "disipar cualquier duda sobre el euro" y, además, trabajar con unidad en el seno de la UE para lograr una "mayor integración fiscal y política". Ambos líderes estuvieron de acuerdo en que es preciso transmitir a los mercados que "el euro seguirá en nuestras vidas siempre y que ningún país caerá en ningún impago y acabar con las dudas y los rumores que se pueden estar contando por ahí".
Otro de los mensajes en los que ambos países coincidieron fue en que "no basta con el control del déficit público", sino que hacen falta también "políticas de estímulo económico para lograr economías más competitivas y flexibles". Preguntado por los eurobonos, que Hollande defiende, Rajoy se limitó a reiterar que "en el cortísimo plazo" lo más importante es resolver el problema de la liquidez y la deuda, a lo que añadió que, en todo caso, habrá que incluir ese mecanismo de financiación en el debate sobre una mayor integración europea.
"Habrá que empezar a pensar si hablamos de una profundización en la integración de la UE y en ese debate está el tema de los eurobonos, pero no creo que sea un tema que se vaya a resolver ahora", insistió.
El presidente francés puntualizó que su propuesta sobre los eurobonos no busca entrar en conflicto con nadie, sino que pretende "encontrar una solución juntos a finales de junio". "La idea no es solo sobre bonos de proyectos, sino para reflexionar sobre métodos de financiación que permitan recuperar las cuentas de los Estados y acceder a financiación a un tipo de interés lo más bajo posible y al resguardo de dudas y especulaciones", añadió.