Bruselas impone duros ajustes de oficinas en las entidades subastadas
Los bancos que han acudido a la subasta de entidades nacionalizadas o los que piensan hacerlo en el futuro se encontrarán con una limitación adicional impuesta por Bruselas: el cierre de todas las oficinas que ganen en el territorio afectado.
Fuentes financieras han asegurado que así ha ocurrido con la compra de la CAM por parte del Sabadell, que deberá desprenderse de 138 sucursales en la Comunidad Valenciana y Murcia, y ocurrirá también con la compra de Unnim por parte del BBVA, al que Bruselas obligará a cerrar un 62% más de lo que tenía previsto de su red de oficinas en Cataluña.
De hecho, el BBVA había anticipado el cierre de 300 oficinas en Cataluña tras la absorción de Unnim, aunque, según las exigencias que impondrá Bruselas para autorizar la operación, deberá cerrar al menos 487 oficinas.
El criterio de Bruselas es que el grupo resultante de la fusión no cuente en la región afectada con más oficinas de las que tenía la entidad adquirida antes de la operación.
En el caso del Sabadell, la entidad catalana tenía en la Comunidad Valenciana 138 sucursales, frente a las 537 de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Por ello, Bruselas ha impuesto que la red resultante no sobrepase esta última cifra.
En el caso de Cataluña, el BBVA contaba en la región con 487 y Unnim con 561, cifra a la que deberá regresar cuando se produzca la absorción.
Un alto directivo bancario ha indicado que "Bruselas es consciente del excedente de capacidad que existe en la banca española, y por eso quiere forzar un ajuste adicional en las operaciones que deban contar con su autorización".
Las operaciones trasladadas a Bruselas son aquellas en las que se ha producido la venta de una entidad participada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), como ha ocurrido con la CAM y Unnim, y algo similar con la subasta del Banco de Valencia, de CatalunyaCaixa y de Novagalicia.
El nuevo criterio de Bruselas podría afectar a los planes de los bancos interesados en esta compra, ya que les obligará a efectuar ajustes de redes y plantilla superiores a lo previsto inicialmente.
En el caso del Sabadell, que es la operación más avanzada, la Comisión Europea ha impuesto otras dos condiciones, que ya han sido aceptadas por la entidad catalana.
Una de ellas es que en los próximos diez años la entidad que gane la subasta no podrá realizar en la región ninguna otra operación corporativa. Esta medida ha impedido, por ejemplo, que el Sabadell acuda a la subasta del Banco de Valencia, que está todavía en periodo de adjudicación.
La tercera condición es la renuncia a las facilidades de liquidez que el Sabadell obtuvo del FROB cuando ganó la subasta de la CAM en diciembre pasado, y que podría llegar a ascender, en caso de que tuviera que recurrir a ellas, a unos 7.000 millones de euros.
No obstante, el Sabadell obtuvo esta garantía antes de que el Banco Central Europeo realizara las subastas masivas de liquidez, y que permitieron a la entidad catalana atender a sus vencimientos futuros sin requerir la ayuda del FROB.
Una vez aceptadas las tres condiciones, fuentes financieras han indicado que ya no hay impedimentos para que Bruselas apruebe la integración de la CAM en el Sabadell, lo que ocurrirá formalmente en los próximos días.