El Ibex cierra su peor semana en seis meses con un desplome del 6,1%
Pese a una una negra apertura ante el golpe de Moody's, el Ibex ha conseguido terminar la semana con ganancias, aunque sean de un mínimo 0,44%. Con todo, el balance semanal es el peor desde noviembre del año pasado: se ha hundido un 6,1% y ha concluido en 6.566,7 puntos, mínimos desde junio de 2003. La prima de riesgo está en niveles de rescate.
Semana para tirar al más profundo de los pozos. Varios voces han anunciado poco menos que el Apocalipsis bursátil; la buena noticia es que, pese a los momentos intensos, no ha sido así. Grecia, el sector financiero, los constantes rumores de una posible intervención del BCE para devolver la calma al mercado y las agencias de calificación, que continúan disparando a cualquier cosa española que se mueva, han sido las claves de las últimas cinco sesiones.
El Ibex ha cerrado su peor semana desde noviembre del año pasado, con un retroceso del 6,13%. Y eso pese a que hoy ha conseguido salvar los muebles al cerrar con un mínimo rebote del 0,44%, en los 6.566,70 puntos. En todo caso, nada salva a la Bolsa española de situarse en niveles de hace nueve años: hay que remontarse a junio de 2003 para encontrar cotas similares. Se han negociado 4.028,5 millones de euros en la Bolsa española, según Infobolsa, por encima de 3.457 millones de media diaria en lo que va de mayo.
Después de cuatro días consecutivos de caídas, esta mañana los inversores volvían a apostar por las ventas, asustados por la rebaja efectuada por Moody's a 16 entidades financieras, entre las que se encuentran Santander y BBVA. Sin embargo, la noticia, que al principio sentó como un jarro de agua fría (el Ibex llegó a hundirse un 2,4%), se ha ido diluyendo. A Bankia le ha tocado rebotar con fuerza, después de varias sesiones de infarto, y ha rebotado un 23,5%. Después de la entidad, se han situado en el ranking de subidas Sacyr (16,58%), Indra (7,98%) y Acciona (4,67%).
Grecia se ha convertido en el principal foco de atención de la eurozona. La imposibilidad de formar gobierno tras varios días de negociación ha llevado al presidente de la república a convocar nuevas elecciones previstas para el 17 de junio. La posible victoria de las fuerzas de extrema izquierda serían los posibles ganadores en la siguiente vuelta, algo que no hace más que incrementar las dudas de un país que se encuentra al borde de la quiebra.
Dentro de nuestras fronteras la delicada situación que atraviesa el sistema financiero está arrastrando al selectivo día a día hacia nuevos mínimos. La segunda reestructuración anunciada por el Ejecutivo en la que las entidades se han visto obligadas a aumentar sus provisiones sobre el ladrillo sano no ha conseguido calmar al mercado. El Banco de España ha sufrido una abrupta pérdida de credibilidad, ante el examen externo bajo la tutela del BCE que ha preparado Bruselas.
Los cierres en Europa han sido, por un día, notablemente peores que en el selectivo español. Fráncfort ha caído un 0,6%, mientras que París se ha dejado un 0,13%, Londres un 1,33% y Milán, un 0,31%. En todo caso, en el balance semanal el Ibex es el peor junto con el Mib italiano, que se ha dejado un 7,09%. Wall Street experimentaba oscilaciones muy leves al cierre de la sesión en el Viejo Continente, pese a la expectación ante el debut de Facebook.
El mercado de deuda ha sufrido también el guantazo de los inversores. A lo largo de estos últimos días los diferenciales periféricos han vuelto a sufrir la crisis de desconfianza que azota a Grecia y la prima de riesgo (últimamente más bien "de pánico") española ha sido una de las más perjudicadas. Se ha instalado en los entornos de los 500 puntos básicos, niveles de rescate, tras tocar un récord desde la entrada en el euro el pasado miércoles en 507. Sin embargo, hoy se ha enfriado hasta los 484, frente a los 490 de cierre de ayer. El riesgo-país italiano, por su parte, ha concluido en los 438 puntos, frente a los 441 de ayer.
Los rumores sobre una posible intervención del BCE en el mercado de deuda han sobrevolado el Viejo Continente. Después de nueve semanas en la que el emisor ha suspendido la compra de bonos soberanos, son varias las voces que piden al organismo que abandone su política y vuelva a intervenir en el mercado secundario para aliviar la sangría.
El euro, por último, se recupera levemente y recupera los 1,27 dólares, tras situarse a última hora de ayer por debajo de esta cota.