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Un real decreto de Economía establecerá, además, las condiciones

El Gobierno abre la puerta a exigir la conversión de las preferentes

Esta vez, los intereses del Gobierno se han alineado con los de los inversores en preferentes. El Ministerio de Economía está preparando un real decreto en el que se establecerán los supuestos en los que la banca deberá canjear obligatoriamente sus preferentes por acciones o bonos convertibles.

El real decreto-ley de saneamiento y venta de activos inmobiliarios del sector financiero aprobado por el Gobierno esconde una buena noticia para los dueños de participaciones preferentes. Más allá de la necesidad de provisionar el crédito promotor sano, de crear los bancos malos o de establecer la vía para los rescates de entidades, el Ejecutivo ha incluido una disposición en la que abre la puerta para exigir el canje de las preferentes o deuda subordinada por acciones o bonos necesariamente convertibles.

La intención del Gobierno es regular en un real decreto "los supuestos en los cuales las entidades emisoras de participaciones preferentes u obligaciones subordinadas deberán ofrecer su canje por acciones o por obligaciones subordinadas previsiblemente, bonos necesariamente convertibles en renta variable de la entidad emisora". Es más, la nueva normativa fijará también "los criterios para determinar el porcentaje del valor nominal de dichos instrumentos que deberán ser objeto de canje".

Hasta ahora, las entidades han fijado las condiciones de las conversiones de manera unilateral. En algunos casos se han canjeado por bonos obligatoriamente convertibles, por deuda subordinada, por acciones o incluso depósitos. La obtención del 100% de la inversión inicial se ha condicionado en algunos casos a la permanencia en el capital de la entidad por un periodo de tiempo determinado.

Reforzar capital

A falta de conocer la literalidad del real decreto, fuentes financieras aseguran que el objetivo del Ministerio de Economía es reforzar el capital de las entidades más débiles al requerir la conversión de instrumentos que ya tienen emitidos, al margen de la dilución que eso pueda suponer para sus accionistas. Pero, a la vez, el Gobierno se alinea con los intereses de los dueños de las preferentes, que llevan tiempo reclamando la conversión de esos títulos o la devolución de su dinero. Y es que las preferentes tienen la consideración de deuda perpetua, lo que significa que el emisor no tiene la obligación de amortizarlas en una fecha determinada.

El real decreto que prepara Economía cambia esta realidad. A partir de ahora, habrá unos supuestos en los que la conversión será obligatoria. Eso sí, puesto que el objetivo del Gobierno es reforzar el capital de las entidades financieras, la devolución del dinero queda descartada. Aun así, convertir las preferentes en acciones supone salir de un activo ilíquido y entrar en otro que puede ser vendido todos los días en el mercado. Si el canje se realiza por bonos subordinados (los famosos bonos convertibles contingentes) la conversión en acciones no será tan inmediata, pero ese será su destino final. De todas formas, todo depende de la ecuación de canje y de la fórmula que se elija para que los inversores salgan mejor o peor parados.

En estos momentos, hay todavía 6.800 millones de euros en preferentes en circulación y 3.000 millones corresponden a la emisión de 2009 de Caja Madrid, ahora en manos de Bankia-BFA. Los grandes bancos han hecho ya ofertas de conversión, pero las cajas medianas y pequeñas todavía cuentan con muchas preferentes en sus balances.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sido hasta el momento la principal promotora de los canjes efectuados. Siempre ha defendido que las conversiones deberían hacerse por instrumentos "más líquidos y menos complejos".

Hasta hace unos meses, las preferentes eran instrumentos totalmente opacos y sin precios reales de mercado. El organismo presidido por Julio Segura obligó a las entidades a que dieran a sus clientes cotizaciones de mercado y prohibió el mercado interno de transacciones entre clientes de oficina.

La cifra

6.800 millones de euros están circulación en preferentes vendidas a particulares, frente a los casi 30.000 millones que había en mayo de 2011.

Las entidades que aún no han realizado canjes

BBVA, Santander, Sabadell, Popular, CaixaBank, BMN, Banca Cívica, Pastor, Banesto y Cajasur ya han ejecutado o lanzado ofertas para recomprar todas las preferentes que colocaron entre los inversores minoristas. Las fórmulas han sido variadas, pero las benévolas han sido las de BMN y Cajasur, que ofrecen depósitos.Bankia ha canjeado una parte de las preferentes que tenía en circulación (más de 800 millones de euros), pero aún le quedan 3.000 millones en el balance precisamente de su matriz, el nacionalizado Banco Financiero y de Ahorros (BFA). También tienen preferentes de particulares en circulación Novagalicia (903), CAM (1.310) -en este caso Sabadell ha mostrado su disposición a canjearlas-, Catalunya Caixa (480), Caja España Duero (412), Liberbank (178), Bankinter (343) y Unnim (173).

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