EE UU celebra el "debate" en Europa sobre la necesidad del crecimiento
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, celebró ayer la "apertura del debate" sobre crecimiento en Europa para solucionar la crisis. "Uno de los elementos positivos es ver cómo se debate ahora sobre un mayor equilibrio entre crecimiento y austeridad", resumió el dirigente en una conferencia sobre fiscalidad en Washington.
Para el secretario del Tesoro estadounidense, las últimas medidas tomadas por las autoridades europeas son "alentadoras", aunque aún "tienen un largo camino por recorrer". "Deben convencer al mundo de que tienen la intención de controlar las tensiones financieras", señaló.
Geithner se refería así a la intención de las autoridades europeas de estudiar medidas de estímulo al crecimiento como complemento a las políticas de austeridad decretadas para controlar la crisis de deuda.
"Europa tiene fuertes incentivos para hacer que la unión monetaria funcione", añadió el secretario del Tesoro al ser preguntado sobre la posibilidad de que Grecia acabe saliendo del euro después de que se confirmara desde Atenas que se celebrarán otra vez las elecciones ante la imposibilidad de formar Gobierno.
EE UU se ha desmarcado de Europa en esta crisis con una política monetaria agresiva. La Reserva Federal ha apostado por la compra masiva de deuda y por mantener bajos los tipos de interés para evitar una recaída en la recesión. La mayor economía del mundo aceleró así su crecimiento en 2011. Pasó de rozar la caída en el primer trimestre (+0,1%) a crecer un 0,7% en el cuarto. El problema, admitió ayer el propio Geithner, es ahora el déficit, que rondará al término de este ejercicio los 1,33 billones de dólares (en torno a un billón de euros, lo que equivale al PIB español).
La eterna discusión
El debate entre austeridad y estímulos no es nuevo. En los años treinta, Keynes y Von Hayek discutieron sobre el asunto. El primero creía que en ciertas situaciones el Estado debe incrementar los gastos para crecer. El segundo apostaba por la mínima intervención del Gobierno.