Unos planes de ajuste realistas

Las previsiones económicas que la Comisión Europea presenta mañana auguran que España no cumplirá con los objetivos de déficit en 2012 y 2013. Los cálculos de Bruselas -que sitúan el déficit público español para este año en el 6% y para el próximo en el 4%- no constituyen una sorpresa excesiva, dada la magnitud del ajuste a realizar por España y el escaso margen disponible para hacerlo. Aunque la CE suavizó hace unos meses esa hoja de ruta -tras el afloramiento de 2,5 puntos de déficit oculto en nuestro país- el escenario de recesión que vive Europa ha convertido esa rebaja en insuficiente. No solo España, sino el conjunto de las economías europeas, está sufriendo los efectos de la tormenta. Ello apunta a que Bruselas podría optar por flexibilizar de forma generalizada un calendario de ajustes que en la actual coyuntura económica se antoja insostenible. Pese a ello, la situación de España no puede compararse a la otros países, como Holanda o Francia. Mientras al Gobierno central no le ha temblado la mano a la hora de realizar sus partidas de recortes, la gran duda sigue estando en las comunidades autónomas. A día de hoy, Hacienda continúa inmersa en la labor de lograr que los gobiernos regionales presenten unos planes de ajuste realistas y creíbles. Una tarea en la que -esta vez sí- hay que ser inflexibles.