"El clima laboral ha mejorado aún más"
Ella lleva seis años en mutua y él, ocho. Trabajan en departamentos distintos, con responsabilidades diferentes, pero tienen algo en común, ambos propusieron a su empresa colaborar de manera voluntaria con una actividad social y hoy coordinan dos de los proyectos de voluntariado corporativo más exitosos de la aseguradora. Aquí comparten su experiencia y las claves para la buena marcha de iniciativas de este tipo
Aficionado a las carreras, Pepe Garnica, gerente de control de gestión de Mutua, puso literalmente a sudar a sus compañeros por una buena causa: la recaudación de fondos para niños con cáncer y cardiopatías.
¿Cómo surgió la idea de organizar un maratón solidario?
Mi compañero Arturo Cimarra fue el precursor de la idea en 2010. Yo me sumé a él en la promoción de la iniciativa en 2011. Solemos participar en carreras, tanto maratones como otras distancias, y cuando Arturo me planteó la posibilidad de donar los kilómetros recorridos con el objetivo de recaudar fondos, no lo dudé. A partir de ahí surgió el proyecto de voluntariado corporativo encaminado a colaborar con dos fundaciones dedicadas a trabajar con niños enfermos, Menudos Corazones y Caíco.
¿Cómo consiguieron el apoyo de la empresa?
Al igual que en el resto de proyectos que llevamos a cabo en Mutua, la clave es que si nos reunimos un determinado número de empleados, contamos con apoyo económico para la actividad. En este caso, la Fundación Mutua Madrileña se comprometió a aportar una cantidad económica por cada compañero que nos apoyara corriendo en los maratones de Madrid o Barcelona al menos durante tres kilómetros.
¿Es más fácil conseguir apoyo para proyectos de ONG que ya están en marcha que para ideas que parten de cero?
En nuestro caso, Mutua apoyó la iniciativa en todo momento, aunque por lo general un proyecto que parte de cero se encuentra con más trabas. Desde el principio, cuando se planteó la idea de correr los maratones con fines solidarios, el área de RSC se puso a colaborar para diseñar la mejor forma de hacer participar al resto de empleados de la compañía en el proyecto. Lo cierto es que ha sido todo muy fluido y el resultado nos ha sorprendido gratamente.
¿Cuántos compañeros participaron y cuánto consiguieron recaudar?
Este año, cerca de 100 voluntarios, entre compañeros de nuestras oficinas de Madrid y Barcelona, nos han apoyado, cada uno dentro de sus posibilidades. Hay quien ha corrido el maratón entero, otros corrieron 10 kilómetros y otros, 3 kilómetros, y gracias a todos ellos, por parte de Mutua Madrileña y su fundación, hemos recaudado 6.000 euros.
La comunicación interna es clave para conseguir la implicación de la plantilla. ¿Cómo fue la coordinación con sus compañeros de Barcelona?
La verdad es que todo ha sido muy sencillo y la distancia no ha supuesto ningún problema. Todos los empleados accedemos a través de la intranet al portal de voluntariado corporativo y en él podemos ver las actividades disponibles y también inscribirnos. Además, cuando planteamos proyectos siempre nos ayudan a darlos a conocer con noticias en nuestra intranet, e-mails, etc.
¿Qué impacto han tenido estas iniciativas en el clima laboral?
Han contribuido a que el ambiente en la empresa sea todavía mejor porque nos permite conocer a personas de otras áreas, relacionarnos en un entorno distinto y, sobre todo, sentir que entre todos, compañeros y empresa, estamos poniendo nuestro grano de arena para ayudar a colectivos desfavorecidos.