Los partidos tradicionales griegos, a un escaño de la mayoría
Tras el durísimo castigo a los partidos tradicionales en las elecciones griegas, Nueva Democracia y Pasok, los únicos partidarios de los ajustes, se quedan a un escaño (con el 99% escrutado) de obtener la mitad de un Parlamento heleno marcado por la atomización y el extremismo.
Grecia parece abocada a una inestabilidad política aún mayor tras las elecciones de ayer, marcadas por el brutal castigo a los partidos tradicionales partidarios del rescate. Nueva Democracia y Pasok están a un escaño de obtener la mitad del Parlamento, con el 99% de los votos escrutados.
Los conservadores de Nueva Democracia (ND) eran el partido más votado pero no tienen mucho que celebrar ya que el 19,6% de los sufragios conseguidos no les permitirá gobernar en solitario.
En segundo lugar quedó la Coalición de izquierdas Syriza, una formación asociada al Partido de la Izquierda Europea con el 16,4%, mientras que el tradicional partido socialdemócrata, Pasok, se quedó en el 13,5%, un fuerte descalabro respecto a la mayoría absoluta de 2009.
Con estos porcentajes, ND conseguirá unos 108 diputados (50 de ellos como premio al partido más votado) y el Pasok se hará con 41, por lo que juntos podrían formar una alianza que se quedaría a un escaño de sumar la mitad de los 300 escaños del parlamento.
Eso reeditaría una coalición similar a la impopular alianza que ha gobernado Grecia en los últimos cinco meses bajo la batuta del exbanquero Lukás Papadimos, aunque con los conservadores como partido principal.
"Estamos listos para formar un gobierno de salvación nacional", dijo el líder de ND, Antonis Samarás, en rueda de prensa en la sede de su partido tras conocer los resultados de los comicios.
Durante la comparecencia, Samarás hizo un llamamiento a todos los partidos de orientación europeísta para pactar un gobierno de coalición.
Para incluir también a los más críticos con las medidas de austeridad, avanzó que las líneas del pacto podrían pasar por modificar los términos del memorándum firmado con la Unión Europea el pasado febrero a cambio del segundo rescate -que incluyen duras medidas de austeridad- y por favorecer el desarrollo económico a la vez que se permanece en la eurozona.
"Somos la única garantía de estabilidad política. Entiendo la ira de la gente, pero Nueva Democracia no dejará el país sin gobierno", manifestó.
También el líder del Pasok, Evángelos Venizelos, sugirió hoy establecer un ejecutivo de unidad nacional.
"De las elecciones no ha salido un claro vencedor y es necesario un gobierno de unidad nacional con partidos de orientación proeuropea. Estoy seguro que el pueblo protegerá el futuro del país", afirmó Venizelos.
De acuerdo con la agencia estatal AMNA, que citó fuentes del partido conservador, dirigentes de ND estarían trabajando en una propuesta de formación de gobierno para presentar al resto de partidos con representación parlamentaria.
En declaraciones al canal Mega, Panos Panayiotopulos, uno de los portavoces de ND, subrayó la importancia de que Grecia mantenga "la estabilidad" y "permanezca en la Eurozona".
El desconcierto y la desazón por el empobrecimiento de la población, cuando Grecia se halla en el quinto año de recesión, han sido palpables en esas elecciones.
El temor generalizado es que el nuevo gobierno, sea del color que sea, recorte salarios y pensiones, y reduzca aún más las prestaciones de sanidad, que ya son precarias por las duras medidas de austeridad introducidas en los últimos dos años.
De ahí que los partidos contrarios a las medidas de austeridad -Syriza (izquierda), Partido Comunista, Griegos Independientes (derecha nacionalista)- hayan visto crecer su apoyo.
Pero especialmente claro es el ejemplo del partido neonazi Amanecer Dorado que, de ser un fenómeno marginal, ha recibido el apoyo casi el 7% de los electores y tendrá un grupo parlamentario de 21 diputados.
Esta formación ha hecho campaña criticando duramente la medidas de austeridad y ayudando a vecinos de barrios obreros empobrecidos pero, especialmente, acusando a los inmigrantes que viven en Grecia de ser los culpables de la crisis, un mensaje que ha calado hondo en la sociedad helena