Los recortes retrasan hasta después del verano la reforma educativa
El ministro admite que lo más urgente ahora es ahorrar recursos
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, aseguró ayer que el ahorro en educación y sanidad no es "un capricho" que el Gobierno quiera imponer a las comunidades autónomas, sino una cuestión de "supervivencia" de los pilares centrales del Estado del bienestar.
En una entrevista con la agencia Efe, el ministro precisó que "aquí estamos hablando de lo urgente, no de lo importante", por lo que diferenció entre la apremiante necesidad de ahorrar y la reforma académica que prepara el Gobierno para combatir el fracaso y el abandono escolar.
Wert anunció que los principales problemas de la educación se afrontarán en la reforma de la Ley Orgánica de la Educación (LOE), que comenzará a tramitarse después del verano.
El ministro mantuvo que una buena parte de las medidas de contención del gasto puestas ahora en marcha sería "razonable" adoptarlas incluso al margen del objetivo de consolidación fiscal y apuntó en ese sentido a las relacionadas con la educación universitaria y la secundaria posobligatoria. Wert aseguró que durante los últimos años se ha extendido una cultura educativa del "gratis total" que va "mucho más allá" de la enseñanza obligatoria y gratuita (de 6 a 16 años) y señaló la importancia que tendrá a este respecto la futura "Carta de Derechos Básicos Educativos".
De hecho, defendió la importancia de que todas las comunidades compartan una "filosofía común" de cómo financiar etapas educativas que no son ni obligatorias ni gratuitas, como la universidad, y advirtió, por ejemplo, de que las abultadas diferencias que existen entre las tasas universitarias podrían provocar una "avalancha" de estudiantes hacia las que las tienen más baratas.
"Queremos que las comunidades dispongan de un margen para poder ajustar su política educativa a las exigencias de consolidación fiscal. No podemos crear sistemas cada vez más desiguales", manifestó el ministro al ser preguntado por el incremento de las tasas universitarias que se aplicará a partir del próximo curso.
Hacia un nuevo sistema de financiación
El ministro relacionó el alza de las tasas universitarias con la necesidad de reducir el gasto, pero también con una reflexión sobre cómo se financia la educación superior pública. "Sin un esquema claro, viable y sostenible de financiación, nunca vamos a tener una universidad con capacidad de competir internacionalmente (...); con el modelo de gobernanza y de financiación que tenemos ni van a venir alumnos ni profesores extranjeros", sostuvo Wert.Sobre la amenaza de movilizaciones, el ministro recordó el caso británico cuando el Gobierno de David Cameron incrementó las tasas hasta los 10.500 euros y, pese a las protestas, "hoy todas las universidades están funcionando, no se ha reducido la población universitaria y la mayor parte de ellas se encuentra en equilibrio", señaló.