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Rechazan el plan que reducirá los salarios a quienes estén de baja

Los funcionarios recriminan al Gobierno que les "culpe" del déficit

Los funcionarios criticaron ayer el plan del Gobierno para que los trabajadores públicos de baja no cobren el sueldo completo. Miguel Borra, presidente del sindicato mayoritario en la función pública, CSIF, lamentó que las declaraciones y los proyectos del nuevo Ejecutivo deterioren la imagen de los 2.690.099 empleados de la Administración. "Nos hacen parecer los culpables del déficit", sostuvo.

El Gobierno estudia aprobar este año un plan contra el absentismo de los funcionarios que contempla que estos dejen de cobrar su salario íntegro durante los primeros 90 días de baja por incapacidad temporal. El Ejecutivo, que incluye esta medida en el Programa de Estabilidad 2012-2015 que ha enviado a Bruselas, defiende que la reforma tendrá "un impacto presupuestario muy positivo" que no cuantifica porque "resulta difícil", según admite ante la Unión Europea. Tampoco informa de cuál será la rebaja que aplicará. Molesto con el plan, el sindicato CSIF decidirá en los próximos días si da respuesta al Gobierno, al que critica por ponerle "a los ojos de los ciudadanos" como "causa de todo lo negativo".

Los desencuentros entre el Ejecutivo y los trabajadores públicos se han repetido desde la llegada de Mariano Rajoy al poder tras las elecciones de noviembre de 2011. Antonio Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas, anunció en marzo que las instituciones están "sobredimensionadas" tras años de "bonanza y de ofertas públicas no justificadas". Un mes más tarde, el dirigente declaró que los españoles deben "olvidarse del cafelito y de leer el periódico" durante su jornada laboral.

El Gobierno busca fórmulas para reducir el déficit público tras un año en el que las Administraciones gastaron 90.000 millones más de lo que ingresaron, según datos oficiales. El líder del sindicato mayoritario en la función pública cree que, con sus declaraciones y planes, el Ejecutivo deteriora la imagen de la Administración y transmite a la sociedad que los empleados públicos se cogen muchas bajas "cuando, en realidad", su índice de bajas es similar "al del resto de Europa".

El plan de Rajoy para reducir el absentismo se asemeja al que la Comunidad de Madrid introdujo a principios de año. Hasta el pasado 1 de enero, la región gobernada por Esperanza Aguirre completaba el sueldo de sus empleados en caso de incapacidad temporal para que, sumado a lo que recibían de la Seguridad Social, cobraran la nómina íntegra. La presidenta popular defendió que dejar de hacerlo reduciría el absentismo. El País Vasco, gobernado por el Partido Socialista, también ha decidido reducir los salarios a los empleados públicos que estén de baja.

España carece de estadísticas fiables sobre absentismo, es más, los estudios se contradicen. Informes de la Seguridad Social recogen que las faltas al trabajo por enfermedad común se han reducido con la crisis (en 2010 hubo 24 bajas de este tipo por cada 1.000 trabajadores; en 2007, 29,9). Más alarmantes resultan los datos de la patronal, que calcula que todos los días faltan un millón de trabajadores a su puesto de trabajo por enfermedades comunes y accidentes laborales. Y uno de cada cinco lo hace de forma injustificada, según CEOE.

La cifra

24 bajas por cada 1.000 trabajadores es el número de ausencias por enfermedad común registradas en 2010, 5,9 menos que en 2007. CEOE calcula que un millón de personas faltan todos los días al trabajo. El 20% de manera injustificada.

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