El Ibex cierra su peor mes en año y medio
El Ibex despide abril con un recorte del 12,45%, el peor mes desde noviembre de 2010. Hoy ha caído un 1,89%. Las dudas acerca de la efectividad de los recortes del nuevo Gobierno y la salud del sector financiero español han pesado sobre la Bolsa.
Abril ha estado cargado de sobresaltos para los inversores. A pesar de la batería de ajustes anunciada por el Gobierno de Mariano Rajoy, los mercados internacionales no han dado tregua a la Bolsa española, que cierra su peor mes desde noviembre de 2010. El Ibex 35 ha caído un 12,45% y cierra en 7.011 puntos. Hoy se ha dejado otro 1,89%, en una jornada de carácter semifestivo.
El castigo refleja las dudas de los inversores acerca de la efectividad de los recortes en el gasto anunciados por el Ejecutivo y el riesgo de que esta política termine por lastrar el crecimiento. De momento, las perspectivas son poco halagüeñas, con una previsión para este año de una contracción de la economía del 1,7%. Hoy se ha conocido el dato de PIB del primer trimestre, que arroja un descenso del 0,3%. También ha influido negativamente la expropiación de YPF a Repsol, decretada por el Gobierno argentino hace un par de semanas.
Por si fuera poco, el pasado viernes S&P rebajaba el rating a la deuda soberana española. Y hoy mismo recortaba la calificación a 11 entidades financieras, entre ellos Santander y BBVA, y situaba en perspectiva negativa a otros cinco, algo que ha impedido a la Bolsa consolidar el rebote de la semana anterior. Todo ello por los recelos que levanta el sector financiero español. El pasado jueves, la agencia de calificación de riesgo aseguraba que "el sistema bancario comercial español ha aumentado bruscamente su dependencia de las fuentes de financiación oficial hasta un nivel considerablemente mayor del que anticipamos en enero".
Una advertencia que se suma a la realizada, también la pasada semana, por el FMI. El organismo internacional advertía de la necesidad de acelerar los planes de reestructuración y avisaba de que sería necesario más ayudas públicas, ya que la factura de la reordenación no podría ser absorbida por las propias entidades financieras. Dicho proceso podría ser completado con dinero público, justo en un momento en que las finanzas españolas no atraviesan su mejor momento, lo que acabaría provocando la petición de ayuda al fondo de rescate europeo.
Mientras que S&P cifraba en 40.000 millones la cantidad necesaria para sanear la banca española, el semanario The Economist elevaba esta cifra hasta los 80.000 millones de euros.
Fuera de nuestras fronteras, el gran debate se centra en austeridad o crecimiento. Hasta el momento la eurozona había optado por los recortes, siguiendo las directrices que marcaba Alemania. Sin embargo, en el seno de la UE comienzan a ganar fuerzas las voces que piden sustituir los recortes por medidas que fomenten el estímulo. El candidato socialista a la presidencia francesa, François Hollande, es un firme defensor de esta alternativa y la proximidad de su victoria, de acuerdo a lo indicado por los sondeos, ha llevado a la canciller Angela Merkel a modificar ligeramente su discurso.
Este fin de semana la dirigente germana anunció una agenda del crecimiento que marcará el rumbo de la próxima cumbre europea. En este contexto, los mercados están pendientes del resultado de la segunda vuelta de las elecciones francesas, que tendrá lugar el próximo domingo y que marcará el rumbo de los índices a corto plazo.
El mercado de deuda también ha reflejado esta tensión. La prima de riesgo española arrancó el mes en 356 puntos para cerrar hoy en 411 puntos. La italiana ha pasado de 332 a 386.
Esta semana los analistas estarán pendientes de la reunión mensual del BCE. El pasado mes las declaraciones de Mario Draghi no sentaron muy bien al mercado. El presidente de la autoridad monetaria dejó claro que el organismo emisor no tomaría nuevas medidas. Sin embargo, puede que este jueves se produzca un cambio de rumbo y en línea con las últimas declaraciones puede que se anuncien iniciativas de estímulo.