El castigo a la banca hace perder al Ibex un 1,3%
La insistencia del FMI en que la banca española debe acometer con urgencia un saneamiento que incluya el recurso a la ayuda pública ha pesado como plomo sobre el Ibex. El índice español ha caído un 1,3%, aunque logró salvar los 7.000 puntos en los últimos minutos de negociación.
El Ibex llegó a perder durante la sesión de hoy un 2,3%, pero la remontada en los últimos minutos permitió al índice salvar los 7.000 puntos al cerrar en 7.026,5. Eso sí, la caída ha sido la más abultada de Europa, con un descenso del 1,3%.
Los castigos se han centradop sobre todo en los dos grandes bancos, los más líquidos y sobre los que es más fácil ponerse corto (hacer una apuesta bajista). Así, Santander se ha dejado hoy un 3,38% y BBVA, un 2,11%. Las constructoras, que habían experimentado una potente recuperación en las dos jornadas anteriores, también sufrieron importantes pérdidas: Sacyr ha caído un 8,2%; ACS, un 6,25%; FCC, un 4,1% y OHL, un 3,7%.
El FMI considera que la banca española debe acometer una profunda reestructuración debido a la vulnerabilidad del sector. Entre las recomendaciones realizadas señala la posibilidad del empleo del dinero público para efectuar un saneamiento definitivo. Esta noticia se produce días después de que se especule con la idea de que los bancos y cajas españoles necesiten recurrir al Fondo de rescate para solucionar los problemas de sus problemas de liquidez y solvencia.
En un segundo plano queda la intervención ayer del presidente del BCE. Mario Draghi aplaudió las reformas emprendidas por el Ejecutivo y animó a los gobiernos a continuar con las políticas de reformas acompañadas de medidas que impulsen el tan ansiado crecimiento. El vicepresidente del banco emisor fue sin lugar a dudas el que más esperanza infundió al mercado tras aclarar que si persisten los miedos y riesgos que dominan en la eurozona, la entidad intervendrá para tratar de reestablecer la confianza.
Por su parte, Angela Merkel, defensora a ultranza de la austeridad parece que comienza a cambiar levemente sus posturas ante las voces que empiezan a surgir en Europa pidiendo una relajación de los objetivos de déficit. La canciller alemana señaló ayer por primera vez que la "austeridad por sí sola no resolverá la crisis de deuda".
La prima de riesgo llegó a situarse en 420 puntos, pero luego se quedó en 415, frente a los 405 de la jornada de ayer. La renta variable vivió una sesión de calma gracias, entre otros motivos, al cierre de posiciones cortas de algún hegde fund en deuda y al repunte del bono alemán a diez años después de una subasta en la que el tesoro no consiguió colocar lo previsto debido a la saturación de los mercados que pueden absorber deuda de manera limitada.