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Tribuna
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La importancia de proteger la propiedad intelectual

Hoy se celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual e Industrial (PI), creado en 2000 por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) de Naciones Unidas.

La celebración gira en torno al tema de innegable actualidad e interés: Los innovadores visionarios. El objetivo es resaltar que todas las grandes innovaciones, ya sean artísticas o tecnológicas, tienen una historia personal y humana; la de aquellas personas cuya curiosidad, inspiración y determinación les han llevado a crear, a innovar. Algunas de estas innovaciones han llegado a cambiar la manera en que funciona la sociedad.

Nadie cuestiona que la innovación es clave para el avance de la sociedad. Es preciso crear riqueza y es totalmente necesario protegerla y a quien hizo el esfuerzo intelectual y la inversión económica necesaria para producirla. Por eso, en el Día Mundial de la PI debemos resaltar la importancia de proteger los desarrollos industriales e intelectuales, a través de los mecanismos que nos proporciona la propiedad industrial; y esto es, mediante las patentes, las marcas y los diseños industriales.

En España, el organismo competente es la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), adscrita al Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Ejerce las competencias del Estado en materia de propiedad industrial y es responsable del examen y la concesión de los distintos derechos que protegen al creador, al innovador, al inventor. Las patentes y los modelos de utilidad protegen las invenciones o innovaciones de carácter técnico, que sean nuevas, aporten soluciones y sirvan a la industria. Su protección dura 20 años máximo, según modalidad y supuestos.

Las marcas y los nombres comerciales permiten diferenciar los productos o servicios de una empresa de los de otra. Son instrumentos esenciales para la transparencia del mercado, para que las empresas puedan comercializar sus productos y servicios, entrar y consolidar nichos de mercado. Permiten, además, que los consumidores puedan diferenciar esos productos y servicios, elegir el que más le interesa con la seguridad de que sus expectativas no van a ser defraudadas. Su protección puede durar ilimitadamente siempre y cuando se renueven.

Los diseños industriales protegen la apariencia externa de los productos. Aportan un gran valor añadido al mejorar la presentación, la estética y, en ocasiones, la propia utilidad final del producto; y, en consecuencia, favorecen la competencia. Su protección dura un máximo de 25 años.

En definitiva, la propiedad industrial fortalece el sistema empresarial, otorga beneficios económicos a quien hace uso de sus derechos y permite la planificación y ejecución de políticas de crecimiento industrial. Las economías demandan cada vez con más fuerza nuevos productos y servicios, y solo aquellas empresas -y países- capaces de impulsar una cultura de la innovación, la creatividad y la imagen protegidas podrán salir reforzados en este proceso.

No puede extrañarnos, pues, que la creatividad y la inventiva protegida por derechos de propiedad industrial se ha erigido en uno de los elementos clave de la política industrial, como así lo evidencian los datos que ponen en relación la riqueza nacional con el liderazgo tecnológico y comercial y la producción de patentes y marcas; así, por dar un solo ejemplo, Estados Unidos, Japón, Alemania, Corea del Sur y China, que representan el 44% del PIB mundial, son poseedores del 75% de las patentes existentes en todo el mundo.

En el caso de las marcas, hay que ser consciente de que representan y condensan el esfuerzo económico e innovador de las empresas, cuya actividad genera miles de empleos, contribuye a la riqueza del país con el pago de impuestos, mejora la balanza comercial mediante las exportaciones de producto, invierten en I+D+i y, sobre todo, son responsables de un consumo saludable y seguro. Favorecen por lo tanto a nuestros consumidores. En un día como hoy, debemos ser conscientes del perjuicio que los productos falsificados generan a la sociedad y a los ciudadanos, a su salud, a su seguridad y al empleo.

Por eso, en este día las páginas web de unas 140 empresas de marca e instituciones públicas y privadas españolas de diferentes sectores han amanecido enmascaradas con una misma pantalla de acceso representando un eclipse: el primer eclipse de webs de la historia que pretende llamar la atención sobre qué hacen, qué representan y qué significan para nuestra economía. Y que puede ser seguido en www.marcasfuturo.com.

Alberto Casado. Director general de la Oficina Española de Patentes y Marcas

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