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Las críticas a la austeridad de Merkel y el BCE se abren paso en Europa

La política también importa (y mucho) en el parqué

Los analistas bursátiles se han cansado de decir que una eventual victoria del socialista François Hollande en las presidenciales francesas no cambiaría nada en el mapa económico de la eurozona: la férrea senda de la austeridad marcada por Berlín permanecerá inalterable y el llamado Fiscal Compact, el acuerdo que consagra el déficit cero, entrará en vigor sin más complicaciones el próximo 1 de enero de 2013. ¿Seguro? La reacción ayer de los mercados desmiente el argumentario de las propias casas de inversión.

El Cac de París perdió ayer un 2,83%, el mayor ajuste desde el 6 de marzo, y retrocedió a los niveles de diciembre, borrando de un plumazo todas las ganancias acumuladas este año. La prima de riesgo francesa -todavía a años luz de la española- ha subido un 60% desde los mínimos de febrero y se sitúa ahora en 145 puntos básicos. En dos meses, la rentabilidad exigida al bono a 10 años ha pasado del 2,75% al 3,1%, un nivel aún cómodo pero en claro ascenso. Al final la política importa en la Bolsa y mucho.

Este puede ser el primer mensaje de los mercados a Hollande y su anunciada agenda de reformas escoradas a dar prioridad al crecimiento. Desde que comenzó la crisis no ha habido Gobierno capaz de sobreponerse a la fuerza devoradora de los mercados y el resultado, en clave política, es que nadie que se haya sometido al veredicto de las urnas ha sido capaz de retener la confianza del electorado.

Más allá de ideologías, los tenedores de bonos quieren garantías de que recuperarán su inversión y no están dispuestos a tolerar deslices de calado. De ahí que el nerviosismo esté a la orden del día en un mercado que hasta el inicio de la crisis era considerado como un aburrido remanso de paz: la deuda pública de la eurozona.

Austeridad o crecimiento

"Estamos a las puertas de una rebelión de las normas impuestas por el Gobierno alemán y apoyadas por el Bundesbank en el BCE", asegura Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB. "Si se confirma definitivamente el triunfo de Hollande la segunda vuelta será el 6 de mayo, si en Holanda se decide no cumplir con los objetivos de déficit y si Grecia no tiene más remedio que salirse del euro, se alzarán las voces en contra de las políticas de austeridad que, de momento, no han conseguido más que empobrecernos" recalca Rodríguez.

Hay quien llama, no obstante, a relativizar estas caídas. "En mi opinión, las elecciones francesas no son las únicas culpables de lo que ha sucedido en el mercado: los índices de actividad manufacturera son muy débiles y hay que sumar el colapso de coalición de Gobierno en Holanda", valora Philippe Mimran, director de inversiones de la gestora La Française. "Si se echa un vistazo a los mercados de bonos, no son los bonos franceses de largo plazo los que más están sufriendo. Los bonos holandeses están mucho más débiles, más incluso que los italianos y los españoles", completa Mimran. El interés exigido a los bonos holandeses a 10 años subió ayer un 4% hasta el 2,4%, mientras que franceses, españoles e italianos aumentaron alrededor de un 1%, hasta el 3,1%, el 5,73% y el 6% respectivamente.

Para terminar de agitar las aguas, el primer ministro holandés, el conservador Mark Rutte, presentó ayer su dimisión ante la reina Beatriz ante la ruptura de su frágil coalición con los ultraderechistas del Partido de La Libertad, dirigido por Geert Wilders. El Gobierno necesitaba aplicar un recorte extra de 9.500 millones para llegar al déficit del 3% y Wilders ha dicho no.

A la hoja de ruta trazada con tiralíneas por la canciller alemana, Angela Merkel, le empiezan a salir demasiados borrones. En España, que pese a sus esfuerzos de austeridad es improbable que cumpla con sus objetivos de déficit; ocurre lo mismo en Italia, donde el mandato del tecnócrata Mario Monti tiene fecha de caducidad en abril de 2013 y ahora se suman al carro de las incertidumbres Francia y Holanda. En resumen, todas las grandes economías del área euro, menos Alemania.

Modificar el BCE

Entre las propuestas que Hollande trae debajo del brazo destaca la modificación del Banco Central Europeo. El principio de la autoridad central es el de vigilar la estabilidad de precios, para que el IPC permanezca anclado en torno al 2%. Al contrario que la Reserva Federal de EE UU, el BCE no tiene un mandato explícito de apoyar el crecimiento y eso es lo que quiere cambiar el líder francés.

Propuestas muy diferentes

IVA Social: Nicolas Sarkozy propone una subida "social" del IVA hasta el 21,2% (1,6 puntos) y bajar la contribución por empleado de las empresas.Gravamen a las empresas: Hollande anuncia tres tramos progresivos a las empresas que llevará la carga fiscal de las grandes compañías al 35%.Jornada: Sarkozy quiere eliminar el límite de 35 horas semanales.

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