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Casi toda la oposición votará a favor de la decisión gubernamental

La expropiación cosecha un amplio respaldo político en Argentina

Aplauso casi unánime del arco político argentino a la decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de expropiar YPF y acelerar los trámites parlamentarios para que la medida esté en marcha en un mes.

La expropiación cosecha un amplio respaldo político en Argentina
La expropiación cosecha un amplio respaldo político en Argentina

El anuncio de la expropiación llevado a cabo el lunes por la presidenta argentina en un clima de euforia nacionalista ha motivado el respaldo tanto de gobernadores de las provincias petroleras como de dirigentes opositores, que mayoritariamente sumarán su voto en el Congreso para lograr un holgado consenso a favor de la expropiación. Esta votación no tardará en llegar: en su real decreto, el Gobierno ha ordenado agilizar la tramitación del proyecto para tener la medida aprobada y sancionada en un mes. De hecho, ayer mismo empezaron los debates en la Cámara legislativa argentina

Los dirigentes del Frente para la Victoria (el partido gubernamental) han sido los más entusiastas. "Hoy más que nunca estamos convencidos de que es el camino a seguir, es imperioso que pongamos la cosas en su lugar", aseguró el senador y exjefe de Gabinete de los Kirchner, Aníbal Fernández, quien agregó que Repsol "tuvo la respuesta de la presidenta" por "hacerse del dinero de los argentinos sin darle a los argentinos lo que es de ellos". El senador también se mostró molesto por las críticas vertidas desde España a la expropiación y a las acusaciones de falta de seguridad jurídica en el país garantizando que la medida se adoptó "en torno a las leyes argentinas".

Otra senadora oficialista, Nancy Parrilli, representante de Neuquén (la mayor provincia productora de petróleo) también celebró la decisión: "Hemos reclamado la falta de inversión, que redunda en la bajada de la producción. Este proyecto nos lleva a recuperar la soberanía y el rol del Estado en el manejo de los recursos naturales".

Y es que en las provincias productoras, como era de esperar, el Gobierno también ha recogido elogios por la decisión de expropiar, sobre todo porque serán esas 10 regiones las que administren el 24,99% de las acciones expropiadas, según consta en el proyecto de ley remitido al Congreso.

El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, ha destacado el "alto concepto de solidaridad federal" que contiene la iniciativa del Gobierno. Mientras que el mandatario de Chubut, Martín Buzzi, el primero en retirar hace un mes las concesiones a YPF, ha anunciado que no seguirá con la reversión de áreas petroleras para "no debilitar a la compañía que ahora es de todos y a la que hay que apuntalar para que en un trienio recupere sus niveles de producción".

Los mandatarios provinciales se han encargado -tras el anuncio de la presidenta- de llevar mensajes de tranquilidad a los proveedores y trabajadores de la petrolera en sus regiones, garantizando la cadena de pagos.

La oposición también se ha alineado con el Gobierno. El excandidato presidencial del Partido Socialista, Hermes Binner, ha calificado de "oportuna e importante" la expropiación. Pidió, eso sí, "la incorporación de auditorías del Parlamento y de la Auditoría General de la Nación como organismos de control". Otro excandidato presidencial, esta vez de Proyecto Sur, Fernando Solanas, manifestó que será un "día trascendente para todos los argentinos" y anticipó que su partido acompañará el proyecto "sin entrar en la letra chica porque hace 20 años que luchamos por recuperar el petróleo". La Unión Cívica Radical, el principal partido opositor en Argentina, se ha desmarcado de la unanimidad política. Esta formación presentará un proyecto propio con medidas "integrales" para resolver la crisis energética argentina. El senador por Santa Cruz, Alfredo Martínez, indicó que su partido "siempre estuvo en contra de la privatización. "Pero tenemos muchas dudas de cómo se va a tasar, qué importe va a tener, de dónde va a salir el dinero y cómo se van a afrontar las posibles acciones legales de Repsol".

Así, el proyecto propio de la UCR reclama descubrir "por qué se perdió el autoabastecimiento y luego tomar medidas en función de la información".

Críticas del alcalde de Buenos Aires

El alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, se ha desmarcado del aplauso a la expropiación de YPF decretada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En su opinión, la decisión del Gobierno "es contraria a los intereses de los argentinos" y no resuelve el grave problema energético del país. "Los argentinos van a estar peor dentro de un año que hoy", explicó el alcalde porteño en una rueda de prensa convocada para anunciar que su grupo parlamentario, Propuesta Republicana (PRO), votará contra el proyecto de ley del oficialismo.Macri, de hecho, responsabiliza del problema energético que sufre Argentina a los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y de su esposa y sucesora, Cristina Fernández. "Los mismos que en 1992 decidieron privatizar YPF, hoy deciden estatalizarla, cuando el centro del debate debería estar en analizar por qué fue un fracaso la política energética", insistió. "Obviamente nos va a ir peor, no mejor. Van a manejar YPF las mismas personas que manejan los trenes, las que manejan Aerolíneas Argentinas", dijo ayer.Su decisión, dijo, compromete a los argentinos "a pagar miles de millones de pesos" y, lo que es mucho peor, quedará su palabra, "una vez más, devaluada"."Esta discusión, si YPF tiene que ser privada o pública, argentina o extranjera, no resuelve nuestro problema, que es gravísimo", admitió. El alcalde apuesta por "una comunión de trabajo de argentinos y extranjeros, construyendo confianzas", que los argentinos sean creíbles frente al mundo, no "prepotentes"."Ese es el camino, el de reglas claras, de hablar claro, de trabajar, no con los amigos, con todos los que trabajen", aseguró.

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