Brufau: "Todas las petroleras están preocupadas por la falta de seguridad"
Las petroleras que operan en Argentina están muy preocupadas por la situación generada tras la expropiación de YPF a Repsol. Así lo aseguró ayer Antonio Brufau, quien dijo que cualquier inversor debería pensárselo bien antes de entrar en YPF, a la vista de las "dudas sobre su propiedad", en tanto duren los pleitos.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, se quejó ayer amargamente del cambio radical del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que siempre los había considerado amigos, y muy especialmente de su negativa a recibirle y hablar sobre un conflicto cuyas causas oficiales no están claras. Brufau aseguró en la rueda de prensa celebrada en la sede de Repsol, que había mandado algunas cartas a la mandataria, en la que le expresaba el interés de algunos inversores internacionales de participar en YPF: o mediante ampliaciones de capital o comprando una participación en manos de Repsol.
Brufau no quiso desvelar si entre estos inversores se encontraba la china Sinopec (con la que comparte la filial brasileña de Repsol) que, según aseguraba ayer un periódico chino, estaría dispuesta a comprar la participación de la compañía española en YPF. Sin embargo, una vez nacionalizado el 51% por parte del Estado y las provincias petrolíferas del país andino, que han firmado un pacto sindicado por 50 años, es muy dudoso que Sinopec se quede con ese paquete.
En el capital permanece el grupo Petersen (de la familia Eskenazi) con algo más de un 25%. Este empresario argentino compró la participación, previa valoración de YPF en 15.000 millones de dólares, pagando un 10% en efectivo y el resto mediante un préstamo de la propia Repsol (le debe más de 1.500 millones) y de un grupo de bancos.
Preguntado si considera que el Gobierno argentino va a necesitar un inversor para explorar los nuevos yacimientos, Brufau aseguró que "todas las petroleras están muy preocupadas por la falta de seguridad jurídica del país". Y, a la vista de los pleitos que se avecinan y las dudas sobre la propiedad de la compañía, "yo me lo pensaría mucho antes de comprar una participación". En su opinión, "la batalla no está perdida".
Brufau hizo un repaso de la historia de Repsol en Argentina, que se inició en 1993 con la compra de un 14% de YPF a la provincia de Santa Cruz, y contó con el beneplácito del matrimonio Kirchner. Ya en 1999 lanzó una opa por el 100% en la que desembolsó 15.000 millones de dólares.
Desde su llegada, la plantilla de YPF se ha duplicado y tiene en estos momentos 16.000 personas. También recordó que Repsol dio entrada a Eskenazi en el capital tras "escuchar los deseos del Gobierno" y, con el apoyo de "Kirchner y su señora", se pactó el reparto anual del 90% de los beneficios para permitir que el empresario pudiera pagar sus préstamos. Brufau subrayó varias veces que la expropiación es "discriminatoria", porque no afecta por igual a todos los accionistas ni a todas las operadoras. Kirchner se ha ensañado solo con Repsol, cuando, a través de YPF, solo tiene un 34% de la producción de petróleo y un 23% de la de gas. Además, la filial es la única que ha incrementado su cuota en el mercado de carburantes (del 54,4% al 59,2%) porque ha sido la única en asumir las subvenciones: "Las demás no han querido trabajar a pérdidas y se han ido", dijo Brufau. Frente a un precio de importación de 16 dólares, el de venta es solo de 2 dólares.
Ayer mismo por la tarde Brufau reunió al consejo de Repsol para informarle de la situación en Argentina. El órgano de gobierno convocó junta ordinaria para el próximo 30 de mayo. En el orden del día de la reunión se incluye el cambio de denominación de las sociedad, previsiblemente para eliminar ya YPF.
Apoyos
Mariano Rajoy: el presidente de Repsol dijo no haber hablado con Rajoy y que el Ministerio de Asuntos Exteriores está "liderando el proceso". "Estoy convencido de que el presidente va a hacer lo que tiene que hacer", señaló.CC OO rechaza la decisión del Gobierno argentino: CC OO ha expresado su desacuerdo y rechazo a una medida que causará graves perjuicios a los accionistas de Repsol, sobre todo a los pequeños, a los trabajadores y a la economía española en un momento delicado.
Guerra de valoraciones por YPF
A las pocas horas de que Brufau diese a conocer los 24.000 millones de dólares que Repsol reclamará, el viceministro de Economía y uno de los interventores de YPF, Axel Kicillof, aseguró que "revisarán las cifras sobre el valor verdadero de la compañía y que el Estado argentino no pagará los 10.000 millones de dólares que Repsol demanda ."Estamos en condiciones de decir que los números que hablaban acerca del valor de la compañía, de manera imprudente, van a ser revisados a medida que vayamos conociendo vericuetos e información secreta que la empresa manejaba", indicó Kicillof.Brufau alertó sobre la intoxicación del Gobierno argentino respecto a sus inversiones, cuyos datos están auditados. Declaró que Repsol pago por YPF 15.000 millones de dólares, y con la inversión del 42% obtuvo 6.235 millones. Aunque los dividendos cobrados en 13 años han sido 15.124 millones, 1.100 millones al año, considera que es una tasa de rentabilidad "normal".YPF supondrá para Repsol un recorte de sus resultado operativo del 25,6% (1.231 millones de euros; del 21% en el beneficio neto (461 millones y de otros 33,7% de las inversiones (2.182 millones), todos ellos datos del año pasado.Brufau, no obstante, quiso quitar dramatismo a la situación, asegurando que argentina no era en estos momentos "el pulmón de crecimiento de Repsol". "Nos queda Gas Natural, Brasil y nuestras refinerías".