La banca española mide su liquidez y su apetito
De acuerdo con los datos de Deutsche Bank, entre diciembre y febrero, los bancos españoles invirtieron 61.000 millones de euros en la compra de bonos españoles, convirtiéndose en el financiador de último recurso de España, ante la desbandada de inversores extranjeros. Entre marzo de 2011 y enero pasado, las inversiones extranjeras descendieron en 96.000 millones de euros, según datos del Banco de España.
Los últimos datos del BCE reflejan la complicada situación de liquidez en la que se encuentra la banca española. La apelación neta al BCE se situó en marzo en 277.000 millones, un incremento mensual del 49% y que supone un máximo histórico. Además, las entidades españolas tienen depositado en la autoridad central 88.742 millones de euros, una cifra que también es máximo histórico.
En estas circunstancias, crecen las dudas sobre la capacidad de los bancos domésticos para seguir actuando como financiador de último recurso del Tesoro. Mientras prosiga la marcha de inversores extranjeros, la presión sobre toda la curva de la deuda persistirá y propiciará que también la banca nacional venda deuda española, tal y como ya viene sucediendo en lo que va de mes, según reconocen en Ahorro Corporación. La subasta de hoy será por tanto un buen termómetro para medir el grado de interés de la banca española con su deuda y el margen de liquidez del que dispone para nuevas adquisiciones, después de las cuantiosas compras de los últimos meses.
Los inversores extranjeros poseían a cierre de 2011 el 36% de la cartera de bonos y obligaciones del Estado y el 29% de las letras del Tesoro, la deuda de corto plazo.