Deutsche defiende que "España es sostenible"
A pesar del fuerte castigo sufrido por la marca España durante la última semana, los analistas de Deutsche Bank señalan hoy en un exhaustivo informe que el país es absolutamente sostenible y podría volver a crecer en 2013. La clave, matizan, consiste en que el país ajuste el déficit emitiendo más deuda (habría margen hasta el 85% del PIB) para no cercenar el crecimiento.
Algo está cambiando en los mercados. Cada vez son más los analistas que cuando revisan las cuentas de España se muestran más preocupados por la falta de un nuevo modelo de crecimiento que por su capacidad para cumplir con las severas normas de ajuste que promueve Berlín. Así, al menos, lo vienen reflejando los más recientes informes de los inversores internacionales. El último es, precisamente, el mayor banco alemán, el Deutsche Bank.
En un contundente informe titulado "España es sostenible", los analistas del Deutsche consideran que el problema del país es "la liquidez, y no la solvencia". De hecho, desde la entidad confían en que la economía española vuelva a crecer más allá del 2012. Para ello, sin embargo, estiman necesario que el país lleve a cabo el requerido ajuste fiscal estabilizando su deuda en el 85% del PIB (hoy día algo por debajo del 70%).
Esta vía, argumentan, permitiría cumplir con los compromisos del país con la Europa de la austeridad (liderada por la canciller alemana, Angela Merkel), sin impedir que el país siga creciendo. "El comportamiento robusto de las exportaciones españolas durante los últimos tres años demuestra que, fuera del sector de la construcción, la España corporativa está en buen estado", apunta el documento.
La tesis del Deutsche contrasta con los continuos rumores generados la pasada semana en cuanto a la necesidad de España de ser rescatada por la Unión Europea como ya lo fueran Grecia, Irlanda o Portugal. Una presión que ha ido creciendo de la mano de la prima de riesgo. Esta refleja el sobrecoste que paga el país por endeudarse frente a lo que se cobra a Alemania. Hoy, la rentabilidad exigida al bono español a 10 años en el mercado secundario roza el 6%.