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Mario Armero. Vicepresidente de Anfac

"El automóvil puede ser un acelerador del crecimiento"

Mario Armero ha llegado a la vicepresidencia de la asociación automovilística con el objetivo de transmitir a la sociedad el peso que este sector tiene en la economía nacional y su capacidad para dinamizar la actividad, para lo cual solicita del Gobierno algunos cambios

"El automóvil puede ser un acelerador del crecimiento"
"El automóvil puede ser un acelerador del crecimiento"PABLO MONGE

Mario Armero se muestra conciliador. Está convencido de que en estos momentos "hay que arrimar el hombro y no caer en el desánimo". El automóvil, con un 10% del PIB, "tiene mucho que ofrecer a la economía española", pero también demanda cambios fiscales, logísticos y, sobre todo, una política industrial decidida.

Uno de los objetivos de Anfac es buscar sinergias con el resto del sector...

Hemos mejorado mucho. Se ha creado el comité de diálogo entre Anfac, Aniacam, Faconauto y Ganvam, donde mantenemos reuniones para hablar de los grandes temas que conciernen al sector. Además, estamos profundizando con el sector de componentes.

¿Cómo analiza la actual situación del automóvil en España?

Vivimos momentos muy difíciles y todos los sectores cuya contribución al PIB es importante tenemos que arrimar el hombro. Un esfuerzo que significa hacer planteamientos que permitan salir de esta crisis y generar crecimiento y confianza. Eso es lo que estamos haciendo en Anfac, desde posiciones de entendimiento, presentar iniciativas centradas en una realidad que no tiene duda: el automóvil puede ser un acelerador del crecimiento. Como en EE UU, donde están apoyando el crecimiento del 2% de su PIB en gran medida en el sector del automóvil. El automóvil concilia déficit público y crecimiento, porque cualquier plan o iniciativa de rejuvenecimiento del parque genera una importante recaudación fiscal y optimismo en la sociedad.

¿Y respecto a la producción?

España ocupa una posición privilegiada y solo tengo un pequeño reproche: en este país no nos creemos que somos un gran centro manufacturero del automóvil. En el mundo hay una gran batalla por atraer inversiones y hemos sido ganadores. Mi reproche es que la clase política está instalada hace tiempo en el pesimismo que le lleva a pensar que España será un país de servicios. Y me niego a ello. Tenemos una base industrial muy importante que hay que potenciar. España debe reindustrializarse, especialmente en sectores donde tenemos trayectoria, conocimiento, innovación y futuro.

¿El automóvil tiene futuro?

El mundo necesita coches y partimos de una posición privilegiada, mejor que Francia o el Reino Unido, que añora su industria del automóvil. Hay que preservar esa posición, para lo cual hace falta, primero, mercado interno. Hay que dinamizarlo porque no es bueno que exportemos el 92%; el consumo nacional debe alcanzar el 20% de la producción. Y segundo, mejorar la competitividad de las plantas, para lo cual es necesaria una política industrial.

¿Qué demanda Anfac para mejorar la competitividad?

Logística. Se ha apostado por el transporte de personas y confiamos en que se agilicen las inversiones en mercancías. Los fabricante de coches ahorrarían 1.000 millones al año con un adecuado sistema de transporte.

¿Está hablando del corredor del Mediterráneo?

Defendemos los tres corredores: Mediterráneo, Central y Atlántico. Son necesarias inversiones para los sectores que sufren a la hora de exportar, aunque también son necesarias medidas de gestión que no requieren inversiones y que son más accesibles en estos momentos.

¿Fomento es receptivo?

Hay una clara voluntad de la ministra Ana Pastor de apoyar el sector como exportador que es. Vuelvo a esa idea inconformista de no aceptar que España no pueda ser un país industrial. En Europa está surgiendo un movimiento en defensa de la política industrial con mayúsculas y muy centrada en el sector del automóvil.

¿El Gobierno afrontaría una política de reindustrialización?

Creo que sí, pero en política industrial no vale el café para todos. Hay que seleccionar sectores con know how y futuro. En el mundo circulan 800 millones de coches y en 2025 serán 2.200 millones. Queremos que ese incremento se abastezca en parte con coches made in Spain. El objetivo es que España llegue a fabricar tres millones de automóviles; ahora estamos en dos y poco.

¿Los fabricantes estarían dispuestos a alcanzar esos tres millones?

Creo que sí. Si siguen teniendo fábricas aquí es porque, aunque sea una industria con luces y sombras, otras solo tienen sombras. Tiene talento operador y directivo y un buen modelo de relaciones laborales. En definitiva, un modelo competitivo. Necesitamos es política industrial y de transporte; cuidar los peajes eléctricos y prestar más atención a los acuerdos de libre comercio.

"No está sobre la mesa un plan de estímulos para el motor"

 

¿Habrá un plan de rejuvenecimiento del parque?

El Gobierno no ha aprobado ningún plan de estímulos para la industria del automóvil y no está encima de la mesa. Aunque ahora es el mejor momento para adquirir un coche atendiendo al precio en relación a su equipamiento.

¿Pero algo estarán negociando desde Anfac?

Estamos haciendo propuestas a la Administración sobre la necesidad de renovar el parque. Activa la recaudación fiscal, inyecta confianza y genera crecimiento, mejoras medioambientales y seguridad viaria. Pero el Gobierno no se ha pronunciado al respecto. Me gustaría que considerase esta iniciativa porque concilia perfectamente con la reducción del déficit.

Podría tener encaje a medio plazo…

Soy incapaz de decir fecha, pero no está en la agenda.

Otro tema de negociación con el Gobierno es la fiscalidad del automóvil.

Requiere un trabajo más a medio y largo plazo. Pero de entrada, me alegro de que en los Presupuestos no se haya tocado la fiscalidad del diésel. Estuvimos con el secretario de Estado de Medio Ambiente y le explicamos cómo han evolucionado los motores y cómo han reducido su contaminación, por lo que no podemos demonizar esta tecnología. Dicho lo cual, en la fiscalidad del automóvil lo que se requiere es una reordenación completa para adaptarla a los tiempos que corren. Hoy hay hasta nueve tributos en torno al automóvil con diferentes destinatarios. Lo contemporáneo es gravar más la circulación que la compraventa.

En resumen, suprimir el impuesto de matriculación y subir el de circulación.

Es lo razonable. Pero la ordenación de esa fiscalidad va a requerir más tiempo porque entronca con la financiación autonómica y local que son temas mayores que requieren estudio.

Tras las conversaciones que han mantenido, ¿cuál es el mensaje del Gobierno?

Que no habrá tributación adicional para el diésel y que en las grandes ciudades hay que trabajar en la calidad del aire. Pero no en términos de CO2 [relacionado con el efecto invernadero], sino de emisión de otras sustancias.

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