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Columna
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El precio de las casas en España, a la baja

El mercado inmobiliario español ha estado estrellándose a cámara lenta. Ahora, la caída se está acelerando. Los precios de las casas han descendido entre un 22% y un 29% desde el máximo de 2007, de acuerdo con varios índices, frente al 50% en Irlanda. Pero en marzo se registró una caída interanual del 11,5%, según Tinsa. Y probablemente, aún no se ha tocado fondo.

Una familia media sigue necesitando 6,2 años de todos sus ingresos anuales para comprar una casa, muy por encima del promedio a largo plazo y más del doble que la proporción de EE UU. El desempleo está en el 23% y sigue creciendo mientras la economía vuelve a la recesión este año. Dada la combinación de los altos precios y la actual contracción del crédito en España, la firma de hipotecas ha caído por un precipicio.

Los bancos deberían reducir de nuevo los precios de las casas este año. Estos poseen cerca del 20% del millón de casas vacías que se estima que hay en el país. Son reacios a vender casas y cristalizar pérdidas. Pero no tienen muchas más opciones. El Gobierno está exigiendo recortes del 35% en los inmuebles embargados. Una vez que los bancos empiecen a reducir el valor de las propiedades, la teoría dice que estarán más dispuestos a vender con grandes descuentos. Anecdóticamente, los bancos ya están inundando el mercado con casas baratas. Santander, por ejemplo, lanzó una venta rápida de pisos en Seseña, Toledo, a menos de la mitad del precio original. La buena noticia es que su filial, Banesto, fue capaz de vender más unidades de las que predijo en el primer trimestre del año.

Por supuesto, no todos los bancos regalarán sus existencias. Los nuevas exigencias de provisiones pueden no ser lo suficientemente severas para forzar a todos a sentir el dolor. Las entidades fusionadas pueden permitirse dos años hasta hacer las rebajas, limitando a su vez la nueva oferta. La realidad es que el mercado inmobiliario está a la baja y los bancos tarde o temprano se enfrentarán a mayores pérdidas. El ajuste es necesario, pero solo mantendrá la sensación de crisis en España.

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