La apelación de la banca española al BCE se triplica en un año
La dependencia de la banca española hacia la financiación del BCE se agrava. Durante marzo, las entidades financieras españolas acumularon una deuda de 227.600 millones de euros, lo que representa un 62,9% de la apelación del total del Eurosistema.
La apelación media durante el primer trimestre es de más de 171.000, frente a la media de 48.000 millones registrada un año antes. Esto supone que la financiación obtenida en el BCE se ha triplicado ampliamente en 12 meses.
El dato de marzo supone un nuevo máximo histórico. Un mes antes, las entidades españolas mantenían un saldo neto en el BCE de 152.000 millones de euros, una cantidad que ya suponía un registro nunca visto. El incremento en tan sólo un mes ha sido del 49%.
El porcentaje que representa el préstamo neto de las entidades españolas en relación al saldo neto del Eurosistema, en marzo de 2012 ha ascendido a 62,9%. Desde el Banco de España, se explica que esta cifra no es representativa, y que el dato que habría que tener en cuenta es la comparación de España con el resto de países que tiene necesidades de liquidez. En este caso, el porcentaje es del 29,7%, una cifra que está mas en línea con el peso que tiene la banca española en el conjunto de la zona euro.
El préstamo neto recibido por las entidades residentes en España, de 227.600 millones de euros, es el resultado de restar el dinero que los bancos dejaron en BCE a modo de depósito (88.700 millones) al volumen de financiación adjudicado (316.300 millones de euros).El préstamo neto en el conjunto del Eurosistema ascendió a 361.700 millones, lo que representó un incremento del 12% en relación a febrero (frente al 49% de incremento en España).
La fuerte apelación al BCE revela las tensiones de liquidez de las entidades financieras, sometidas a mucha presión por las nuevas exigencias de solvencia y el difícil entorno de negocio. Esta situación ha provocado que los bancos y cajas españoles acudieran en masa a las subasta excepcionales de liquidez a tres años organizadas por el BCE (en diciembre de 2011 y marzo de 2012).
De acuerdo con directivos del sector, en las últimas subastas ha desaparecido el estigma negativo que marcaba a las entidades que se beneficiaban de las facilidades del organismo con sede Fráncfort. "Ahora todo el mundo acude porque ya no está mal visto", explicaba recientemente a este periódico el máximo responsable de Tesorería y Mercado de Capitales de uno de los grandes grupos españoles. "Ahora los mercados te penalizarían si no aprovechas al máximo esta inyección de liquidez".
Entidades como BBVA, Bankia o Bankinter han reconocido abiertamente que acudieron a las subastas especiales a tres años del BCE, para cubrir sus próximos vencimientos. El recrudecimiento de la crisis de deuda soberana ha vuelto a dificultar enormemente la capacidad de bancos y cajas para acudir a refinanciarse a los mercados.
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, explicaba esta misma semana que las medidas del BCE tan sólo son "paliativas" y que no arreglarán por sí mismas los problemas que afronta España y su sector bancario.
Los fondos recibidos del BCE están utilizándose de forma muy generalizada para comprar deuda pública: la entidad obtiene dinero a un tipo de interés bajísimo y lo invierte en activo relativamente seguro que ahora tiene una rentabilidad atractiva. Esta operativa se conoce como carry trade y, aunque no favorece directamente que el crédito fluya a la economía real, permite al menos a las entidades sostener su cuenta de resultados.
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha defendido esta misma mañana que las entidades financieras españolas acudieran en masa a las subastas de liquidez del BCE porque era una "oportunidad". Latorre considera "razonable" que los bancos saquen provecho de esta financiación a bajo coste.