El Gobierno se topa con la realidad

A Luis de Guindos se le está poniendo cara de Elena Salgado. Una semana después de presentar el presupuesto, el Gobierno por la mañana anuncia copago sanitario, a mediodía matiza a sí mismo asegurando que solo hablan de medicinas y por la tarde presenta un recorte de 10.000 millones en "sanidad y educación" sin concretar más.

Si alguien esperaba que la mera presencia de la gaviota del PP deslumbrase a los mercados, ya se habrá caído del caballo. El Partido Popular tiene el mismo problema que tenía hace medio año el socialista: haga lo que haga, el mercado sigue apretando. Las medidas se amortizan en cuestión de horas, y por muy agresivas que sean, el inversor bajista siempre tiene argumentos: si no es el déficit, es el nulo crecimiento.

El único alivio viene de Europa o, más concretamente, de Fráncfort. Fue el soporte del BCE, más que la arrolladora victoria electoral, lo que relajó la presión sobre la prima de riesgo. Momento que aprovechó el Gobierno para anunciar que el objetivo de déficit no podía ser del 4,4%. No midió bien sus fuerzas, sobre todo teniendo en cuenta que antes de la escaramuza con el 5,3% de déficit (que al final fue el 5,8%) Bruselas ya le había leído la cartilla por retrasar el presupuesto.

Algo normal, por otra parte. No es muy razonable que un Gobierno recién elegido haga un cambio brutal sobre toda la legislación laboral y, después, casi en abril, presente presupuestos. Entre una cosa y otra España perdió pie en Europa. Lo peor no es que Sarkozy nos ponga como ejemplo para ganar votos. Lo peor es que es probable que España pierda un asiento en el soviet supremo consejo de gobierno del BCE.

Podíamos decir que España está como en noviembre. Falso. Está peor. Porque el BCE ya ha intervenido y el Gobierno de Rajoy ha gastado casi todas sus balas: reforma laboral, financiera y ajustes presupuestarios. Quizá por eso el apresurado anuncio de ayer que, salvo que sirva para que el BCE vuelva a comprar deuda española, será totalmente olvidado por los mercados en 3, 2, 1... O eso, o estamos intervenidos y no lo sabemos.

Música contra la crisis The Small Faces, All or Nothing

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