Ford y PSA rompen su acuerdo para fabricar motores potentes
Dejarán de producir los diésel de 2.0 litros y de mayor cilindrada, aunque continuarán con los de menor tamaño
El grupo automovilístico francés PSA Peugeot-Citroën y su socio estadounidense Ford han decidido dejar de desarrollar y de fabricar conjuntamente motores diésel de 2.0 litros o de mayor cilindrada a partir del año 2015.
El acuerdo entre las empresas no afecta al desarrollo y producción de motores diésel de menor tamaño, de 1.4 y 1.6 litros. En virtud de la asociación entre ambas compañías, PSA y Ford han desarrollado y producido conjuntamente más de 20 millones de motores en los últimos doce años. De esta forma, a partir de 2015 la industrialización y comercialización de los motores de mayor tamaño la harán de forma independiente cada una de las empresas, con el fin de responder a sus correspondientes planes de futuro.
PSA Peugeot-Citroën anunció a finales de febrero una alianza estratégica con General Motors por el que la corporación estadounidense se hace con una participación del 7% en el grupo galo. Esta alianza se basa en dos pilares, aunque está abierta a otras áreas de colaboración.
En primer lugar, los dos socios pretenden compartir plataformas de vehículos, componentes y módulos, y, en segundo término, constituir una sociedad conjunta de compras que gestionará anualmente un presupuesto de unos 125.000 millones de dólares (unos 93.300 millones de euros al cambio actual).
Está previsto que los primeros modelos fruto de esta alianza corporativa lleguen al mercado en el horizonte de 2016, aunque empezarán a conocerse a partir de otoño de este mismo año. Los dos socios han cifrado en 2.000 millones de dólares anuales (unos 1.500 millones de euros) las sinergias de la cooperación, durante el próximo lustro. Estas sinergias coincidirán con los nuevos programas de vehículos, con un beneficio limitado en los dos primeros años.
Mantener la alianza
En una reciente visita a España acompañando a Bill Ford, presidente ejecutivo de la junta directiva de Ford y bisnieto del fundador, el presidente de la multinacional en Europa, Stephen Odell, declaró que "su idea era que la alianza entre Ford y el grupo francés continuaría".
Ford ha apostado muy fuerte por la gasolina -el diésel es prácticamente testimonial en Estados Unidos- con el desarrollo de los motores Ecoboost, cuyo consumo es equivalente a los propulsores diésel. De aquí que Ford apostase por utilizar los motores diésel del grupo francés cuya calidad está reconocida por el sector.