_
_
_
_
_

España estrena los rescates a media voz

Grecia se pasó dos meses aullando que necesitaba un analgésico. A Irlanda tuvieron que hacérselo tragar. Y Portugal, como suele hacer, se resignó casi en silencio. Ahora Bruselas experimenta con España una nueva vía de intervención sanitaria. Y sugiere a media voz un laxante contra el insoportable estreñimiento inmobiliario.

La invitación ha sido rechazada con aspavientos por el Gobierno de Mariano Rajoy, que insiste en que no necesita ayuda exterior. Pero tanto dentro como fuera del Ejecutivo español hay serias dudas sobre el ritmo y el alcance del proceso de recapitalización de algunas entidades financieras lastradas por el reciente atracón.

Fuentes comunitarias temen que el empeoramiento en ciernes de la economía española (como consecuencia de los programas de ajuste exigidos por ellas mismas) agravará la situación. Y ponen sobre la mesita del enfermo una tentadora inyección en forma de préstamo del fondo de rescate que acortaría los dolores y pondría en marcha de nuevo la economía española.

Algunos han intentado rastrear el origen de esa receta como si procediera de una sola voz o tuviera alguna aviesa intención. Pero las informaciones recogidas estos días desde Bruselas no son más que el eco del bisbiseo continuo que a espaldas de un enfermo comenta la evolución de su mal (en este caso, un bisbiseo en inglés y francés, como en la canción de Visage).

"España se enfrenta a una situación económica de extrema dificultad", ha gemido hoy mismo en Málaga el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Y mientras el termómetro de las primas de riesgo repunta, el equipo médico habitual observa con despiadado desdén a un paciente al que culpan de su propio mal. "Los mercados están pidiendo a estos gobiernos [en dificultades] que cumplan", ha dicho esta tarde el doctor (o matasanos, según los analistas) Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.

Devenir gris, Devenir gris.... We fade to grey.

Archivado En

_
_