_
_
_
_
_
Déficit público
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Unas cuentas creíbles y bien encaminadas

Si los Presupuestos Generales del Estado son la viga maestra de la economía de un país, cuando esta se encuentra en una situación tan compleja como la de la economía española, se convierten además de en columna vertebral, en la hoja de ruta de toda la actividad nacional. Por eso era tan importante lograr unos presupuestos que infundieran confianza y que estuvieran bien encaminados. Los recientemente aprobados lo están, y así lo han reconocido desde la UE. Y así los consideramos los empresarios españoles porque, entre otras cosas, entrañan un objetivo que creemos esencial: la reducción del déficit público. Un objetivo que, junto a las reformas estructurales, constituyen la línea de política económica adecuada para propiciar el retorno al crecimiento económico.

Además, estos Presupuestos están diseñados para conquistar una credibilidad indispensable de los mercados y, para ello, contemplan un ajuste que cumpla con los compromisos de déficit público adquiridos con la UE que, como es conocido, son de un 5,3% del PIB para 2012 y de un 3% para 2013.

Por lo que se refiere a las cifras del cuadro macroeconómico en que se basan, desde CEOE las vemos coherentes y en línea con nuestras previsiones y las de otros organismos nacionales e internacionales; teniendo en cuenta que -en gran medida- dependen de la aportación del sector exterior, de la resolución de la crisis europea y de los precios del petróleo, ahora en alza.

Por otro lado, los empresarios preferíamos que el descenso del gasto no financiero (-6,7%), que reconocemos importante, hubiera tenido mayor alcance. Así se habría limitado la presión fiscal, aparte de evitar que recayera de forma excesiva en el gasto en capital (se reduce en más de un 36%), con una rebaja de un 19% en las inversiones reales. También nos preocupa la pérdida de fondos en muchos ministerios que, en general, sufren un recorte del 16,9%. Algunos, muy ligados al impulso de la actividad y de la competitividad de la economía, lo que puede comprometer el crecimiento a medio plazo.

En cuanto a los ingresos, los Presupuestos Generales para 2012 inciden en concentrar el incremento de la recaudación en la imposición directa. Si, como se recordará, las medidas del 30 de diciembre incrementaban la imposición directa sobre las rentas y el ahorro, en esta ocasión se concentran en el impuesto de sociedades, con la eliminación de incentivos y el aumento de los pagos fraccionados. Los empresarios estamos convencidos de que hubiera sido mejor un esfuerzo adicional en el gasto no productivo. Sobre todo por los efectos negativos que este tipo de medidas pueden tener en las empresas españolas y en su liquidez.

En cualquier caso, las medidas que afectan a las partidas que pueden incidir negativamente sobre el crecimiento y la productividad deberían entenderse excepcionales para situaciones excepcionales. Por lo tanto, deberán tener carácter temporal.

En suma, y a la espera de un análisis más detallado y en profundidad que elaborarán los órganos directivos de CEOE, nos encontramos ante unos Presupuestos Generales austeros, que generan confianza y credibilidad y que surgen del convencimiento de que solo así España cumplirá sus compromisos con la UE y saldrá de la crisis.

José María Lacasa Aso. Secretario general de CEOE

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_