Fomento salva a las autopistas en riesgo de quiebra
Fomento va a garantizar ingresos mínimos a las autopistas, ante la caída generalizada del tráfico de pago, con la ampliación de las cuentas de compensación hasta 2021. La medida hará que la banca aplace vencimientos millonarios de deuda y generará confianza de cara a próximos proyectos de infraestructuras en régimen de concesión.
Fomento ha atendido la petición de las concesionarias de autopistas, en crisis por la falta de tráfico de pago, con la extensión de las cuentas de compensación hasta el año 2021. Este mecanismo, pensado para compensar a las operadoras por el acusado e imprevisto descenso de clientes en las cabinas de peaje, fue implantado por el anterior Ejecutivo por un plazo de tres años. La ayuda expiraba en el presente 2012 y el equipo de Fomento que lidera Ana Pastor ha decidido mantener el balón de oxígeno hasta 2021.
El modelo, según ha adelantado la Ministra, seguirá siendo el mismo: Fomento compensará a las concesionarias cubriendo la diferencia de ingresos generados por el tráfico real y el que obtendrían si se cumplieran en un 80% las previsiones de tráfico que figuran en los contratos de concesión. "En muchos casos el tráfico está por debajo del 40% de lo estimado antes de la crisis", ha comentado Pastor en una comparecencia para explicar los presupuestos de Fomento para el presente 2012.
Las concesionarias, entre las que figuran empresas como Ferrovial, Sacyr, ACS, OHL, Acciona, Abertis, Globalvía y un nutrido ramillete de constructoras medianas, pedían cuentas de compensación por los próximos 20 años. La solución hasta 2021 se queda a medio camino, pero puede ser suficiente para que numerosas autopistas refinancien deuda a largo plazo. Y es que la banca se había mostrado absolutamente cerrada a renovar los créditos que sustentaron los proyectos si no se les garantizaba el cobro de los intereses. Con la facturación de las carreteras bajo mínimos y numerosos contratos de financiación a punto de expirar, rondaba la amenaza de una cascada de concursos de acreedores sin precedentes entre las autopistas españolas. La situación también suponía un serio riesgo para el Gobierno, que debía responder ante la insolvencia de las concesiones por su responsabilidad patrimonial.
Ferrovial y Sacyr, operadoras de la madrileña radial 4, son un claro ejemplo de lo que viene sucediendo en el sector. En los últimos tiempos han ido aplazando prácticamente mes a mes un crédito de 553 millones que facilitó la construcción de esa carretera y que fue firmado con Santander, BBVA, Sabadell, Cajasur, Unicaja o Popular, entre otros.
La autopista Cartagena-Vera, operada por Ploder y Globalvía, es otra de las seriamente afectadas. Lleva meses al borde de la quiebra ante la imposibilidad de aplazar su deuda de 500 millones. Santander, Unicaja, UBS, Ahorro Corporación y RBS son algunos de sus acreedores, todos ellos con la mosca detrás de la oreja por la falta de expectativas de cobro ante unos ingresos derrumbados. Y a la vuelta de la esquina, el próximo mes de octubre, se presentaba el vencimiento para las radiales 3 y 5, en manos de Abertis.
La cuantía que destinará el Gobierno para soportar este flotador que salva a las autopistas dependerá de las peticiones. Lo que si ha sido cifrado en los Presupuestos Generales de 2012 es la inyección destinada a créditos participativos para que las concesionarias afronten otro de sus grandes problemas: los sobrecostes en construcción derivados de las expropiaciones. Fomento ha dispuesto para este fin 280 millones, el 70% de la partida de 2011, a la vista de que distintas expropiaciones ya han sido pagadas.
La responsabilidad del Gobierno en la debacle de las autopistas tiene que ver con previsiones de tráfico que el propio ministerio de Fomento aceptó y que han quedado pulverizadas por la crisis. De ahí la implantación de cuentas de compensación. En cuanto a los créditos blandos, vienen a aliviar la carga de las concesionarias por unas expropiaciones que multiplicaron el precio marcado en los propios pliegos de licitación después de que los tribunales apreciaran expectativas de desarrollo urbanístico para unos suelos que, en el momento de las expropiaciones, carecían de esa calificación.
Más allá de estas soluciones, el equipo de Fomento va a dar un giro completo al modelo concesional español con el fin de atraer capital privado al plan de infraestructuras Pitvi 2012-2024. Basado en la colaboración público-privada, ese plan debe movilizar inversiones por 225.000 millones, pero Fomento intenta dar estabilidad legal y económica a las concesiones que se explotan y se explotarán en España. Los cambios previstos pasan por la ampliación de los plazos concesionales y la garantía de ingresos mínimos para las operadoras.
Presupuestos austeros
Con unos recursos totales de 20.104 millones de euros, el ministerio de Fomento ha presentado un presupuesto "austero y realista", según ha valorado Pastor, quien no ha querido avanzar si las cuentas de 2013 vendrán con nuevos recortes. "Seguimos siendo el motor inversor del Gobierno", sostiene. De esos 20.000 millones, partida un 8,6% menor que la de 2011, 11.928 millones (59%) se dedican a inversión, un 6% por debajo del último presupuesto ejecutado. La parte más gruesa va a parar al ferrocarril (6.043 millones de inversión prevista en 2012). En este apartado, la alta velocidad merece un esfuerzo de 4.187 millones, incluyendo 135 millones para concluir el AVE a la frontera portuguesa pese a la negativa del país vecino a conectar con España a través de la alta velocidad.
En carreteras se da la circunstancia de que se gasta prácticamente lo mismo en sufragar expropiaciones del pasado (600 millones) que en la conservación de la propia red (873 millones). Otros 1.268 millones irán a construcción de nuevos viales y 290 millones se reservan para concesiones.
Respecto a Aena, la ministra Pastor ha insistido en que se está poniendo en marcha un plan para mejorar el valor de los activos del gestor aeroportuario. Sin embargo, el presupuesto inversor de la compañía titular de Barajas y El Prat desciende un 17%, hasta 1.015 millones.