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Schäuble Superstar

Con 69 años cumplidos y una invalidez permanente provocada por el ataque de un perturbado, Schäuble sigue destilando energía suficiente para compaginar su actividad institucional con intervenciones ante públicos como el universitario.

Se expresa en un inglés aprendido de mayor porque en su juventud estudió francés, según contó en Copenhague ante casi 200 profesores y alumnos de la Universidad. Pero no se arredra a la hora de intentar explotar su sentido del humor, aunque las bromas en lengua ajena siempre corren el riesgo de provocar malentendidos interculturales. Su picardía preferida parece ser lanzar una provocación o una incorrección política y retirarla al instante como si se hubiera arrepentido.

Dice no sentirse el "jefe" del resto de ministros europeos y que "los países con problemas tienen la responsabilidad de resolverlos por si mismos". Pero a renglón seguido critica la legislación laboral española a la que atribuye la responsabilidad de una tasa de paro juvenil de más del 40%. Y se admira ante la pasividad de las autoridades españolas frente a ese problema. "Le dijimos al Gobierno español [de Rodríguez Zapatero] que enviaran jóvenes a programas de formación profesional en Alemania, y se pusieron nerviosos porque decían que podía evocar etapas pasadas en las que los españoles tenían que emigrar", relata ante el público de un país como Dinamarca que roza el pleno empleo.

También se muestra tajante a la hora de descartar ciertas soluciones a la crisis como los eurobonos. No tanto, como a veces se dice, por tacañería, como por mantener a los países del sur con el agua al cuello. "Conviene que esos países sientan la presión [de los mercados]", asegura, "para que sepan la importancia de no perder competitividad". Así que el castigo de las primas de riesgo va para largo y, según Schäuble, no hay motivos para la queja porque España o Italia pagaban intereses mucho más altos antes del euro y no pasaba nada.

El popular ministro parece olvidar que la competitividad de Alemania es un desastre en el sector servicios, como recoge el último informe de la OCDE. Que el mismo organismo internacional advierte sobre la "creciente dualidad del mercado laboral", que deja a dos tercios de los jóvenes con contratos temporales (el doble que la media de los países desarrollados) y a las mujeres en el gueto de los minijobs (menos de 400 euros). Y que, según los datos de la OCDE, Alemania ha dejado de ser un país igualitario al estilo nórdico para convertirse en un paraíso más de las rentas del capital y un infierno para las rentas del trabajo.

Pero lo más discutido en los recitales de Schäuble no es su falta autocrítica, sino las recetas que da para los demás. "¿Tiene usted pruebas de que la austeridad fiscal haya funcionado alguna vez en tiempos de recesión?", le pregunta un profesor danés. "Porque en todas mis investigaciones y en las del departamento de esta Universidad no hemos encontrado ni una sola?". La anfitriona y ministra, Margrethe Vestager (del partido Izquierda Radical), protege a su invitado con una respuesta que no deja margen para la discusión: "Pues tendrán ustedes que cambiar sus modelos económicos". Así nos va.

Foto: Schäuble y Vestager en la Universidad de Copenhague (B. dM., 29-marzo-2012).

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