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âscar Fanjul Martín

El consejero internacional

Los 'headhunters' ponen precio alto a su cabeza y es que no hay muchos consejeros con un perfil internacional como el suyo. Ahora suma la presidencia de Deoleo

El consejero internacional
El consejero internacionalCINCO DÍAS

El nombre de âscar Fanjul está ligado a uno de los buques insignia de la empresa española, Repsol. En 1985, no sin cierta resistencia pues en ese momento tenía otros planes, se sentó en el sillón que Claudio Boada dejaba en el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) para presidir el Banco Hispano Americano. Había que reordenar la industria petrolífera, un objetivo perseguido sin éxito desde los setenta. Fue una proeza, dicen los que vivieron de cerca el proceso. Todas las multinacionales del sector querían hincar el diente al mercado español. La respuesta fue crear una compañía integrada verticalmente, equiparable a sus competidores. Hubo que comprar participaciones accionariales y fusionar negocios.

La operación culminó con la creación de Repsol, nombre que provenía de una conocida marca de lubricantes. De ahí, a la privatización, la mayor hasta la fecha en el mercado español de capitales, por un importe de 135.000 millones de las antiguas pesetas. Otro éxito. Financial Times le brindó el mejor de los reconocimientos al considerar a Repsol una de las tres compañías más admiradas de Europa. "Consiguió de participaciones dispersas crear una de las grandes multinacionales españolas y encauzar la salida a Bolsa. Cuando dejó la compañía, prácticamente estaba privatizado el 90%", dice uno de sus colaboradores de la época. La expansión internacional fue otra de sus huellas en la petrolera. Compró la argentina Astra, que posteriormente permitió adquirir YPF. Cerró el capítulo en 1996, con la llegada al Gobierno del Partido Popular, aunque sigue siendo presidente de honor de la petrolera.

âscar Fanjul es uno de los consejeros más buscados por los headhunters -ha sido el primer español consejero de la Bolsa de Londres y en la actualidad es vicepresidente de Omega Capital y de Lafarge, consejero de Marsh & McLennan y Acerinox y miembro de la Trilateral-. Sin embargo, no se recrea en la autocomplacencia. Su actividad como consejero le permite seguir la coyuntura, algo que le conviene de cara a su trabajo en Omega, la sociedad de cartera de Alicia Koplowitz, y su ocupación principal. Los inversores extranjeros buscan su consejo, especialmente en cuestiones relacionadas con el sector eléctrico. Conoce bien el negocio. Durante seis años, fue presidente de Hidrocantábrico. Afrontó hasta siete opas. Ganaron los accionistas. Desde que comenzó la batalla por la compañía asturiana, se duplicó el valor de la acción en Bolsa.

Esta semana, Deoleo, la antigua Sos, ha anunciado su nombramiento como presidente no ejecutivo -la gestión seguirá en manos del consejero delegado, Jaime Carbó-, tras la salida de Mariano Pérez Claver. Rodrigo Rato, presidente de Bankia, y Braulio Medel, presidente de Unicaja, accionistas de la empresa, querían una persona independiente para presidir el consejo. Propuesta aceptada. El grupo confía en que la experiencia de Fanjul en multinacionales de diferentes sectores supondrá un impulso para el negocio de la empresa dueña de marcas como Carbonell o Koipe.

âscar Fanjul nació en Santiago, Chile, en 1949. Sus padres habían llegado 10 años antes a bordo del Winnipeg, junto con otros 2.500 refugiados de la Guerra Civil, en una expedición organizada por el poeta Pablo Neruda, cónsul especial para la emigración española. Llegó a España con 11 años, estudió primero en el colegio del Pilar; después, Económicas en la Universidad Complutense.

En su trayectoria hay dos personas decisivas, Julio Segura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su director de tesis y mentor en el Instituto Nacional de Industria (INI), y el exgobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, en cuya cátedra fue profesor. Después de pasar una temporada en EE UU como profesor invitado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), el profesor Enrique Fuentes Quintana le invitó a trabajar en la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). En los años decisivos de cambio de la política española, Fanjul prometía como nuevo cuadro directivo de la Administración. En 1982, tras la victoria socialista, recibió una oferta de Carlos Solchaga, ministro de Industria, para incorporarse a la Secretaría General Técnica del ministerio, desde donde preparó a la industria española para su incorporación al Mercado Común, antes de saltar al INH.

âscar Fanjul no es dado a la exhibición personal y transmite una imagen de duro y frío que poco tiene que ver con el trato cercano y el sentido del humor que muestra entre los que le conocen bien. Pero no perdona el trabajo mal hecho. Es exigente consigo mismo y con sus equipos. Del buen gobierno de las empresas sabe bastante. A él se le atribuye la introducción en España de las comisiones de retribuciones, de nombramientos... Experto también en el sector financiero, su libro, La eficiencia del sistema bancario español (Alianza, 1985), escrito en colaboración con Fernando Maravall, constituyó uno de los hitos en el análisis económico en los años 80. No es extraño que Rafael Ansón, patrono como él de la Fundación Amigos del Museo del Prado, le vea como un "Leonardo da Vinci del siglo XXI". Fanjul, vicepresidente de la Fundación, consigue que las cuentas funcionen. "Es muy culto, con una gran imaginación", asegura Ansón. Un hombre de ideas y de soluciones.

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