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Energía

En la encrucijada energética

La reforma del sistema eléctrico tiene alterado a un sector clave

El nuevo Gobierno del Partido Popular ha anunciado una reforma del sistema eléctrico para acabar con la sangría del déficit tarifario, que supera los 23.000 millones y de la que solo se conocen algunas intenciones: subida de las tarifas y un esfuerzo sin concretar por parte de las empresas y el Estado. Esta última opción resulta altamente improbable, dada la situación del déficit público, en tanto que las empresas, de cualquiera de los subsectores, se resisten con uñas y dientes a asumir sacrificio alguno.

El mapa español ha cambiado en el último lustro por las energías verdes

El mapa eléctrico español ha cambiado radicalmente en el último lustro de la mano de las energías renovables, que superan los 4.000 megavatios de capacidad instalada en el caso de la fotovoltaica, los 19.000 en el de la eólica y otros 2.000 (entre los que están funcionando y autorizados) en el de la termosolar. España ha liderado el desarrollo de las energías verdes y, según Eurostat, el porcentaje de la demanda cubierta con energías renovables es del 28,6%, seguido de Portugal (27,4%), Dinamarca (26%) y Alemania (con un 14%). Pero este liderazgo, derivado de una apuesta decidida por este tipo de tecnologías, que este año recibirán incentivos de más de 7.000 millones a través de la tarifa, ha tenido también sus contras. La fuerte crisis de la demanda eléctrica y el correspondiente derrumbe de los ingresos del sistema han puesto en evidencia la posición relativamente ventajosa de estas energías. Sea como fuere, el sector está muy alterado y las empresas defienden sus intereses. De momento, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha asegurado públicamente que no habrá una quita de la deuda de las cinco grandes eléctricas que financian el déficit de tarifa. También que no está de acuerdo con muchas de las propuestas que ha hecho la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a través del informe que el propio ministerio le pidió, si bien Soria no ha concretado por cuáles optará. Uno de los planteamientos que ha generado mayor inquietud en los mercados ha sido la bajada de la retribución de las redes eléctricas y de gas, tanto de distribución como de transporte, así como la aplicación de un céntimo verde sobre los carburantes. También se han puesto en guardia las empresas termosolares y el resto de lobbies, como el del carbón o la eólica. El grueso de la reforma, que incluirá, sí o sí, subidas de la tarifa eléctrica en abril, será anunciado en ese mes o en mayo por el Gobierno de Mariano Rajoy.

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