Fomento no quiere que sus funcionarios coman con constructores
Rigor en los presupuestos, transparencia en los procesos de licitación y máxima pulcritud en la relación con las empresas. Son los tres puntos en que se basará el código ético de Fomento, donde se plantea desaconsejar a los funcionarios que coman con constructores o mantener reuniones fuera de despachos oficiales.
Si hay una idea en la que insiste la ministra Ana Pastor desde que tomó posesión en Fomento esa es que debe imperar el juego limpio en el negocio de la obra pública. En este sentido, encargó en febrero la elaboración de un código ético del que las constructoras han comenzado a conocer de primera mano varios puntos que generan polémica.
Los funcionarios de Fomento deberán eludir en lo posible las comidas con los contratistas, principalmente con personal de constructoras e ingenierías; las reuniones con las empresas deberán celebrarse en despachos oficiales y, a poder ser, siempre tendrá que haber más de un funcionario presente en esos encuentros. Estas iniciativas han comenzado a correr como la pólvora por el ministerio, si bien no existe un texto cerrado aún.
Distintas fuentes conocedoras de estas intenciones tachan de absurdo un código de conducta que pone en entredicho a todo el sector. "Muchos de los funcionarios de Fomento trabajan a pie de obra y es bastante poco operativo que se les obligue a tanta asepsia", comenta un alto directivo de la construcción. Son muchos los que piensan que un documento de esas características pone en duda la honorabilidad de los funcionarios.
Se acotarán las reuniones fuera de los despachos oficiales
En la práctica, es la Inspección General de Fomento, que dirige Pilar Fabregat y que depende del subsecretario Mario Garcés, la que vela por la corrección en los trámites del ministerio.
Fabregat es licenciada en Derecho y funcionaria de carrera del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Previamente ha trabajado en el Ministerio de Ciencia e Innovación y dirigió el gabinete de la presidencia de Paradores de Turismo. Su relación con Pastor se remonta a cuando Fabregat fue directora de Consumo y Atención al Ciudadano en el Ministerio de Sanidad, donde también se encargó del gabinete de la ministra.
Buen gobierno
El revolucionario código de Fomento debería ver la luz en unos meses, al igual que el plan de infraestructuras Pitvi. Al respecto, la ministra Pastor volvió a referirse ayer, en un foro de infraestructuras organizado por Deloitte, a la necesidad de mayor claridad en los pliegos, más transparencia en los procesos de licitación, e insinuó que son necesarias normas de buen gobierno en el propio ministerio. La mandataria no fue más allá en las explicaciones.
En el mismo escenario y ante los responsables de constructoras como Dragados, Ferrovial, OHL, Sacyr, FCC y Acciona, Ana Pastor adelantó que el Estado sufragará el 50% de la inversión en los proyectos que salgan a concurso bajo el modelo de colaboración público-privada. Por el momento, se está tratando de involucrar a ICO y BEI, y se mantienen contactos con la banca comercial en busca de asegurar respaldo al citado Pitvi, con obras y conservación de infraestructuras por 225.000 millones.
Pastor reiteró ayer su preocupación por el estado de salud del sector concesional y avanzó que ya ha remitido una propuesta a la Comisión delegada para Asuntos Económicos con medidas de compensación. Su informe incluye créditos participativos para pagar los sobrecostes en expropiaciones, que han puesto en jaque a concesionarias como las autopistas radiales de Madrid, y la ampliación de las cuentas de compensación para asegurar ingresos en las autopistas ante la caída de tráfico.
Por último, la ministra mostró preocupación por la escasa penetración del ferrocarril en el tráfico de mercancías. "En unos años deberíamos doblar el actual 4% de cuota". Y dejó sobre la mesa una decisión inamovible: "Completaremos la red ferroviaria en todo el país con ancho internacional". La propuesta sembró dudas en el foro por inconcreta.
La construcción espera dos años de recortes
Los distintos ponentes en el VII Encuentro del Sector de Infraestructuras reconocieron que esperan severos recortes en los presupuestos de Fomento para 2012 y 2013.-Pedro Martínez, presidente de Acciona Infraestructuras, pidió un esfuerzo al Gobierno para involucrar al BEI en los proyectos de colaboración público-privada. Con ello se reduce la deuda subordinada y mejora el rating de los mismos.-El consejero delegado de Ferrovial Agroman, Alejandro de la Joya, demandó a las Administraciones el cumplimiento de la Ley de Morosidad una vez que se hayan puesto al corriente gracias al real decreto de pago a proveedores.-José Mayor Oreja, presidente de FCC Construcción, reclamó inversión en obra civil para sostener el PIB, además de que se involucre en su financiación a fondos y bonistas.-El presidente de Sacyr, Javier Gayo, defiende las cuentas de compensación a 20 años para las autopistas en crisis.
4.500 afectados
Al cierre del mes de enero la plantilla del Ministerio de Fomento contaba con 4.455 funcionarios y 42.600 empleados entre el personal laboral. La mayoría de estos últimos están repartidos entre Adif, Renfe, Aena y Puertos del Estado.