CiU gestionará más dinero público que el PSOE si Griñán pierde Andalucía
Si las encuestas aciertan y José Antonio Griñán pierde las elecciones andaluzas de este domingo, CiU se convertirá en el segundo partido con mayor poder económico, con independencia del resultado electoral en Asturias. El PSOE, sin Andalucía, gestionará en el ámbito autonómico y local un presupuesto de 23.000 millones de euros frente a los 35.400 millones que manejará CiU.
El PSOE atraviesa uno de sus peores momentos desde que Felipe González ganó las elecciones en 1982. Sin embargo, en Ferraz saben que todo es susceptible de empeorar. Tras las derrota en los comicios autonómicos y locales de mayo de 2011 y el descalabro en las elecciones generales del pasado noviembre, el PSOE puede perder el domingo Andalucía, la comunidad con un mayor presupuesto (32.000 millones) e histórico feudo de los socialistas.
De hecho, la presumible victoria del PP de Javier Arenas provocaría una debacle de tal magnitud que relegaría al PSOE en la tercera posición por poder económico. Sin Andalucía, los socialistas solo gestionarían en el ámbito autonómico el presupuesto del País Vasco, que asciende a 10.474 millones, y mantendrían el control sobre el 20% de los municipios españoles, lo que supone manejar unos 23.000 millones. En caso de que el PSOE ganara en Asturias -que también celebra elecciones este domingo-, esa cifra se incrementaría hasta los 27.000 millones, un importe inferior al que gestiona CiU.
El partido de Artur Mas tiene el control sobre las cuentas de la Generalitat (30.000 millones) y decide en torno a 5.400 millones del total del gasto local, que incluye la alcaldía de Barcelona, cuyo presupuesto de 2.700 millones solo es superado por el de Madrid, en manos del PP. Así, CiU, cuya fuerza se limita a Cataluña, decide el destino de 35.400 millones de euros del gasto público.
En cualquier caso, esas cifras empequeñecen ante la responsabilidad económica que ya mantiene el PP y que alcanzará cotas históricas si finalmente gana en Andalucía. Actualmente, la formación de Mariano Rajoy, además de controlar el presupuesto de la Administración central y de la Seguridad Social, gobierna en todas las comunidades con la excepción de Cataluña, Navarra, País Vasco, Asturias y Andalucía. Manda en la ciudad de Madrid, cuyo presupuesto supera al de seis regiones, y asume el poder en el 40% de los municipios. En total, el PP tiene la última palabra -y la primera- en el destino de 420.650 millones de euros (incluye gasto financiero y no financiero), una cifra que podría incrementarse en 32.000 millones en caso de ganar en Andalucía. Si Javier Arenas se convierte en el presidente de la Junta andaluza, el PP tendrá el control sobre el 80% del gasto presupuestario de España. Dicho de otra forma, ocho de cada diez euros del dinero público pasarán por las manos de un dirigente de la formación de Mariano Rajoy.
En esa acumulación del poder ha tenido un papel protagonista el descalabro sufrido por el PSOE en las últimas elecciones autonómicas de mayo, en las que el profundo desgaste del Gobierno de Zapatero se contagió con fuerza a las Administraciones controladas por los socialistas. En esos comicios, el PSOE perdió feudos históricos, como Castilla-La Mancha o Extremadura, en los que había gobernado de forma continuada desde 1982, aunque por razones diferentes.
La derrota en Castilla-La Mancha se produjo por el agravamiento de la crisis económica (fue la primera comunidad en la que se intervino una caja de ahorros y fue la que mayor déficit fiscal registró a finales de 2010 y 2011), lo que fue aprovechado por el PP para arrebatarle el poder. En el caso de Extremadura, la pérdida tuvo su origen en la negativa de IU a apoyar al PSOE (entre ambos sumaban suficientes votos para formar Gobierno).
La cifra
420.650 millones es el volumen de presupuestos estatal, autonómico y local que maneja el PP tras las últimas elecciones celebradas el pasado 11 de mayo.
En el peor escenario, solo quedaría Zaragoza
El futuro a corto plazo para los socialistas solo puede ser malo, muy malo o peor. Hay un escenario dramático que casi es tabú en Ferraz, aunque no resulta nada descabellado en función de los antecedentes. Si el PSOE pierde Andalucía y no gana en Asturias, solo gobernará -y en minoría- en el País Vasco, comunidad que celebra elecciones el próximo año. Las encuestas señalan que las fuerzas nacionalistas están en disposición de sumar una mayoría y hacerse con el mando del Ejecutivo.Sin el País Vasco, el PSOE no contaría con ningún presidente autonómico y su mayor reducto de poder se limitaría a la ciudad de Zaragoza, el municipio más grande con un alcalde socialista. Nunca antes el PSOE -que es el partido que más veces ha gobernado en España- se había enfrentado a un panorama tan negro.