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Infraestructuras

ACS estudia reclamar por el parón del AVE luso

Llevaba casi un año en el congelador, pero el anuncio de la paralización de la conexión del AVE entre Portugal y España levantó ayer polvareda. La española ACS está entre las adjudicatarias del primer y único tramo que fue entregado en concurso. Se trata del segmento entre Poceirao y Caia (en la frontera española), de 167 kilómetros de longitud.

La obra y posterior explotación durante 40 años fue entregada al capital privado a finales de 2009 por 1.650 millones. Junto a ACS han resultado damnificadas por el frenazo las portuguesas Brisa y Soares da Costa.

El consorcio parece no haber recibido notificación oficial del Ejecutivo, pero ya busca resquicios para reclamar. La indemnización pretendida rondaría los 250 millones en concepto de estudios y trabajos ya ejecutados.

La también española FCC se alzó con la oferta preferente para rematar la línea entre Lisboa y la frontera española. Su tramo era el que iba desde la capital hasta Poceirao, de 50 kilómetros y con la complejidad de un tercer puente sobre el Tajo. Pero el país vecino suspendió el concurso a primeros de 2011 y puso en revisión la totalidad del proyecto por problemas económicos.

El abandono anunciado ayer responde a un informe del Tribunal de Cuentas en el que se denegaba el visado al contrato de ACS. Según el ministerio de Economía luso, con el dictamen "termina la polémica sobre el proyecto del AVE, que será definitivamente abandonado".

Sin embargo, el vía crucis tiene visos de continuar. La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha pedido una reunión con su homólogo portugués para tratar la cuestión de las conexiones ferroviarias entre ambos países. "Portugal nos tiene que decir cuál es su decisión definitiva, qué va a licitar, cómo, con qué prestaciones, etcétera", indicó la ministra ayer en Bruselas. Desde la junta de Extremadura se demandó ayer que se complete la conexión de Badajoz con Madrid por AVE independientemente de la actuación de Portugal.

Retribución flexible

El consejo de administración de ACS acordó ayer celebrar su próxima junta general ordinaria los próximos 30 y 31 de mayo. La fórmula flexible para retribuir al accionista, que ya se propuso a la junta el pasado 15 de diciembre, será uno de los puntos del día.

La retribución en acciones "será ejecutable en dos tramos coincidentes con las fechas en que se han venido pagando el dividendo complementario (julio de 2012) y el a cuenta (primer trimestre de 2013), con importes respectivos máximos de 362 millones y 284 millones de euros", según explica ACS en el comunicado remitido a la CNMV.

Asimismo, la junta de accionistas también abordará una posible ampliación de capital por un máximo de 646 millones de euros.

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