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Pedro Tomás Delgado. Fundador de Aquaphytex

Juncos y carrizos, cuadrilla de limpieza acuática en detalle

La alternativa natural a la costosa construcción de plantas depuradoras

Quizá en el futuro se hayan extendido en España plantas de depuración de aguas residuales sin motores, ni costes energéticos ni ladrillo. Es al menos la propuesta de Pedro Tomás Delgado, un jovencísimo emprendedor que estrenó sus veinte años con la creación de la empresa Aquaphytex, pionera en la depuración a base de lagos llenos de plantas. El suyo es un invento que nació en la carpintería de su padre. "Resultaba raro en el pueblo ver a un chaval de 17 años que se dedicaba a experimentar con plantas acuáticas", explica Delgado, que hoy tiene 27 años.

En el extremeño Puebla de Alcocer, de 1.414 habitantes, no había depuradora. El problema que aquello suponía para este minúsculo núcleo de población de Badajoz empujó a Delgado a estudiar el uso de plantas para limpiar el agua usada. Hasta que dio con la tecnología de Hidrolution, a base de plantas macrofitas (acuáticas), que inyectan oxígeno en las raíces de las plantas, donde viven los microbios que se alimentan de la contaminación del agua.

Estas depredadoras de bacterias tardan cinco días en depurar el agua sucia, sin acarrear ningún coste energético ni impacto visual. Todo lo contrario: se diluyen en el paisaje del lago, repleto de iris, juncos, tifas, totoras y carrizos. "Existen otros métodos de depuración natural, pero son subterráneos", comenta.

Una depuradora natural cuesta hasta un 70% menos que una instalación convencional

Delgado accedió a un crédito de 120.000 euros que la Junta de Extremadura concedía a jóvenes talentos. Eso se sumó a la ayuda de sus amigos y vecinos. "El de mi gasolinera fue mi primer business angel (inversor privado que financia empresas start-up), estuvo un año sin cobrarme la gasolina para que pudiera desplazarme a hacer demostraciones", recuerda.

Hoy, Aquaphytex es una referencia en innovación social, condición que le ha valido para entrar junto con otros 25 proyectos de jóvenes de varios países en el Unreasonable Institute, una original institución con sede en Boulder, Colorado (Estados Unidos), que se dedica a "apoyar las aventuras empresariales más atrevidas", según reza la página web de este organismo.

Delgado fue seleccionado al otro lado del Atlántico por su idea de aplicar este sistema en la descontaminación del río Níger, en Malí. "Fuimos seleccionados por nuestra filosofía de defender el derecho universal al agua antes que por la tecnología en sí", explica Delgado. En cuanto a España, este joven emprendedor asegura que la depuración natural "habrá que tenerla muy en cuenta en los próximos años". "Las convencionales son muy costosas", añade convencido.

Mientras una depuradora al uso para una población de 1.000 habitantes cuesta entre 80.000 y 90.000 euros, la limpieza de agua en una población similar a base de plantas acuáticas reduce esta inversión a 20.000 euros. Ahora, la empresa está en plena búsqueda de mecenas para dar el salto a Estados Unidos, donde Aquaphytex quiere abrir negocio con esta tecnología.

Mientras llega su incursión en el mercado estadounidense, que Delgado espera se produzca en el verano, la empresa ha firmado alianzas en Kenia, Uruguay y Brasil, en una demostración de la filosofía topalantista, en la que Delgado dice haberse embarcado junto a otros emprendedores extremeños y que procede de la expresión coloquial "to palante", una demostración de "extremeños sin complejos que ponen proyectos en marcha con ilusión, constancia y enamorándose de las ideas".

En detalle

Macrofitas: son plantas que tienen menor densidad en el agua, lo que les permite flotar con mayor facilidad. Los juncos e iris figuran en este tipo de especies vegetales.Anclaje: las plantas van ancladas en el agua mediante una pieza estable que asegura que puedan crecer y flotar.Bombeo: el oxígeno es tomado directamente del aire y bombeado a través de las hojas hasta el sistema radicular, que lo inyecta en las raíces.Microbios: el oxígeno provoca la creación de una abundante flora microbacteriana, que lo utiliza para degradar la materia orgánica.Ahorro: mientras una depuradora convencional para una población de 1.000 habitantes cuesta una media de 90.000 euros, una instalación de depuración natural para un núcleo de población del mismo tamaño supone 20.000 euros.Espacio: las plantas de depuración natural ahorran costes energéticos y espacio, al integrarse en el entorno.

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