Malestar en la banca por las ayudas a Unicaja
Las ayudas concedidas a Unicaja para que se quedase con Caja Duero y evitar su intervención han despertado recelos en el resto del sector.
La carrera de fusiones y adquisiciones que ha desatado el Gobierno con su reforma financiera ha elevado la competitividad entre los bancos y cajas, muchos de los cuales no terminan de ver bien el papel proactivo que juega a veces el árbitro. "Hay mucho malestar entre otras cajas por las facilidades que se han otorgado a Unicaja para comprar Caja España Duero", advierten fuentes del sector financiero, que prefieren no ser identificadas para no verse "enfrentadas al Ministerio de Economía".
"Se han roto las reglas del juego que estaban vigentes hasta ahora", alegan desde una entidad, "y lo han hecho para evitar la intervención de Caja España Duero, porque ahora les venía mal intervenir", agregan, criticando que el esquema aprobado para Braulio Medel, presidente de Unicaja, no tiene precedentes.
En concreto, Banco de España está dispuesto a mantener en Caja España-Duero los 525 millones que ya inyectara el FROB en su día, y a inyectar 475 millones más en forma de cocos, con los que la unión de cajas castellanas podría hacer frente a su saneamiento inmobiliario (una carga algo superior a los 1.100 millones de euros).
En paralelo, además, Unicaja Banco tendría acceso a una línea de crédito de entre 375 y 1.025 millones más para hacer frente a la operación. Algunas entidades financieras consideran injustificado que el Estado subvencione de esta manera la compra de una entidad que ni siquiera está intervenida, como sí fue el caso de Unnim o la CAM. Otras firmas, por su parte, pelean ya por obtener un marco de ayudas semejante.