El BBVA prevé que una quincena de bancos operen en España a finales de 2013
El consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, ha pronosticado hoy que el proceso de reestructuración bancaria en España se alargará al menos otro "año o año y medio", dando lugar a un sistema financiero mucho más reducido, con sólo una quincena de entidades operativas.
Ángel Cano Cano ha augurado en una conferencia en la escuela de negocios Esade, "una fuerte caída" del número de entidades financieras al fin del actual proceso de reestructuración, en el que el BBVA ha adoptado un papel protagonista tras la reciente compra de la catalana Unnim.
Cano ha recordado que aún hay tres entidades pendientes de adjudicar en subasta y que falta por ver los efectos que tendrá el real decreto de saneamiento aprobado por el Gobierno, aunque su previsión es que a finales de 2013 el mapa financiero español sea mucho más reducido, con un total de catorce o quince entidades.
En este nuevo escenario, el BBVA tiene la "clara oportunidad", ha dicho Cano, de liderar la industria financiera, gracias a su capacidad de transformación y adaptación a las nuevas necesidades del mercado y a la "buena gestión de riesgos" llevada a cabo por la entidad, con "fuertes procesos de control interno" para evitar posibles "sorpresas" en el futuro.
Cano ha subrayado, en cualquier caso, que el objetivo del BBVA "es ser mejor, no más grande", pese a que en este proceso de reestructuración se ha hecho en subasta y por un euro con Unnim, lo que le permitirá sumar un millón de clientes y convertirse en la tercera entidad por cuota de mercado en Cataluña, con un 11 %, por detrás de CaixaBank y CatalunyaCaixa, según datos del sector.
De cara al futuro, el consejero delegado del BBVA ha señalado que el crecimiento va a ser menor, ya que las economías van a crecer también menos, la rentabilidad de las entidades será menor por la mayor exigencia de capital y porque los beneficios irán a la baja como consecuencia de las regulaciones impulsadas en muchos países.
Cano ha reivindicado, en este sentido, la necesidad de "homogeneizar la regulación" bancaria en Europa.
Ha reconocido que en el último año y medio se ha avanzado al respecto, aunque sigue existiendo heterogeneidad en el ámbito de la supervisión global.