El 57% de la mora bancaria está vinculada al ladrillo

El 57% de la mora bancaria en España está ya vinculada al ladrillo. El volumen de impagados en este segmento se elevó el pasado diciembre a 79.759 millones de euros.

El ladrillo sigue dando disgustos a las entidades financieras españolas. Según los datos difundidos hoy por el Banco de España, la morosidad vinculada al ladrillo ascendía a finales del pasado diciembre a 70.759 millones de euros, lo que supone un 57% del total de créditos impagados. De esta cantidad, 62.366 millones correspondían a créditos a promotores y los 17.393 millones restantes a empresas constructoras.

La tasa de impagados en créditos en promotores, por tanto, alcanzaba ya a finales de 2011 el 20,9%, la cifra más elevada de toda la historia. Esta cantidad, además, supone un incremento de siete puntos porcentuales respecto a diciembre de 2010, cuando la tasa de mora fue del 13,9%. Las entidades de crédito, que incluyen a bancos, cajas y cooperativas de crédito, soportaban una morosidad en diciembre de 2011 del 21%, mientras que en el caso de los establecimientos de crédito la tasa era del 7,3%.

Hipotecas

En hipotecas, sin embargo, la tasa de impagados era a finales de 2011 de solo el 2,7%, cuatro décimas más que un año antes.

La morosidad total ascendía a finales de enero al 7,9%, después de subir tres décimas respecto al mes anterior, cuando se situó en el 7,61% tras subir a su vez una décima respecto a noviembre de 2011. Es la más alta desde 1994.

Con este nuevo repunte, la tasa de mora registra ya su décima subida mensual consecutiva, tras la leve caída que se produjo en junio, cuando bajó desde el 6,48 % al 6,41 %.

Los créditos morosos totales del sector se situaron en enero en 140.027 millones de euros, algo más de 40.000 millones por encima de la barrera psicológica de los 100.000 millones que superó en mayo de 2010.

De acuerdo con las previsiones del sector, el ratio de créditos impagados continuará subiendo durante todo el primer semestre. Algunos expertos consideran que podrían moderarse después del verano, mientras que otros apuntan que todo dependerá de si la economía española comienza a recuperarse.