El órdago del déficit pasa factura: Italia se distancia de España
Ese día no hubo una jornada negra en la Bolsa y tampoco en el mercado de deuda. Pero el desafío de Rajoy a Bruselas a cuenta del déficit ha funcionado como una lluvia fina que, junto a las negativas previsiones y a los ajustes, ha ido calando en la prima de riesgo.
Hacia Grecia apuntan todos los focos: ha logrado retrasar la agonía, pero la posibilidad de una hecatombe sigue ahí. Portugal es el centro de las quinielas, aunque (al menos) los más agoreros postergan a 2013 el punto de ebullición de un nuevo núcleo de inestabilidad en el Viejo Continente. Irlanda también está ahí: ¿es un nuevo milagro o la constatación de que con ajustes es imposible recuperarse?
Sin embargo, son otros dos países los que forman las verdaderas líneas rojas de un cataclismo europeo: Italia y España.
Esta suerte de destino común ha propiciado una macabra carrera entre ambas, una competición para ser la primera del grupo y dejar a la otra más cerca del precipicio. La nueva categoría olímpica se llama prima de riesgo y el ganador es quien la tiene más baja. Silvio Berlusconi hizo mucho por dar ventaja a España, así que la pugna se tiñó de victoria nacional durante muchos meses una vez superada la crisis del pasado mes de agosto.
El relevo del polémico primer ministro y la formación del Gobierno tecnócrata de Mario Monti en Italia tardó en cuajar: España seguía ganando. Además, tenía a Mariano Rajoy; primero en la recámara por la previsión de una futura holgada mayoría y como un apoyo en la sombra a las reformas de José Luis Rodríguez Zapatero, y luego como un valor real asentado en el Parlamento.
Pero a principios de marzo se terminó la tregua. Rajoy anunció desde Bruselas que no cumpliría el déficit comprometido del 4,4% este año y ese mismo día la prima de riesgo italiana alcanzó a la española por primera vez desde agosto. A partir de ahí no ha habido grandes movimientos ni vaivenes bruscos; solo un fluir de la corriente que ha llevado a España hacia arriba y a Italia, en sentido contrario.
Y así hasta que hoy se ha llegado al máximo. La prima de riesgo española ha amanecido al alza por encima de los 317 puntos y ha cerrado en 314, mientras la transalpina se contenía por debajo de los 280 enteros. El resultado es que el bono español a diez años cotiza muy cerca del 5,2%, mientras el italiano está mucho más cómodo instalado en el entorno del 4,8%.
"Los italianos han tomado medidas un poco antes que España y lo han hecho de forma muy agresiva", señala Rafael Romero, director de inversiones de Unicorp Patrimonio. "Además, aunque las ratios de deuda italiana son peores que las españolas, su dependencia con respecto al exterior es bastante inferior. Nuestra financiación depende más del exterior", explica.
Y eso importa (y mucho) cuando las previsiones que está lanzando el Gobierno apuntan a un año 2012 muy negro. La estimación de caída del PIB del Ejecutivo de Rajoy (-1,7%) se sitúa entre las más negativas de las casas de análisis y eso afecta a la confianza. Por supuesto, es una forma de abonar el terreno para emprender el camino de los ajustes, pero también una manera de ahuyentar la confianza. Al otro lado del mar, los mensajes no pueden ser más distintos.
Eso sí, la importancia que conceden los expertos a este distanciamiento de Italia es relativa. "No tiene mucho sentido, porque sus fundamentales son peores", añade Romero. Además, por mucho que las previsiones negativas contribuyan a retraer el consumo y la inversión en territorio nacional, unas décimas más o menos de déficit no van a empañar demasiado el panorama.
Más importante son las señales de mejora que está empezando a mostrar la economía europea y la estadounidense. Antes o después, la clave es si España se suma a esa carrera, la de la recuperación.