Repsol reclamará la reversión de las licencias que ha perdido en Argentina
Repsol reclamará en los tribunales argentinos la devolución de la licencia que le ha retirado la provincia de Chubut y la anunciada por Santa Cruz. Esta es una de las opciones que baraja junto con la petición de una compensación por los perjuicios causados y la inversión realizada.
El acoso político contra YPF, filial argentina de Repsol, se ha trasladado a las provincias del sur del país. Después de que la petrolera, con la ayuda del Gobierno español, lograra contener la amenaza del Ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner de nacionalizar o intervenir YPF, alegando falta de inversiones, en un acto lúdico-festivo, el gobernador de la provincia de Chubut, Martín Buzzi, anunció el miércoles la rescisión de las concesiones en cinco áreas de producción de petróleo y gas de esta provincia.
Se trata de toda la producción que tiene la petrolera en dicha provincia, que representa algo más de un 1% de la producción de YPF, por lo que la gravedad de la decisión no es tanto su efecto económico como el precedente que crea. Y es que también la provincia de Santa Cruz, cuyo gobernador estuvo presente en el acto de Chubut, ha anunciado la revocación de varias concesiones en su territorio, aunque aún está vigente el plazo de alegaciones que se le ha otorgado a la petrolera española para demostrar que está cumpliendo con sus inversiones.
Entre las dos retiradas, la producción en Argentina caerá un 4%. También la propia argentina podrá sufrir un problema de racionamiento con esta medida, ya que los inversores se retraerán a la hora de pujar por la licencia perdida por Repsol. Probablemente, podría hacerlo "alguna empresa local", señalan fuentes energéticas.
La licencia de Chubut no expira hasta 2017, por lo que, en los 90 días que tiene para retirarse, Repsol estudiará las vías judiciales en contra de la decisión, en una primera fase, en los tribunales locales. Una de las opciones es solicitar la reversión de las citadas concesiones o, en su defecto, una compensación por las inversiones realizadas en los pozos y por el daño económico de la ruptura anticipada y unilateral de los contratos.
Como ya ocurrió con el corralito de 2001, en que muchas empresas extranjeras acudieron a los tribunales internacionales, Repsol podría hacer lo propio, ya que Argentina mantiene con España tratados de protección recíproca de inversiones.
Repsol ya ha advertido oficialmente que emprenderá todas las medidas a su alcance para defender sus intereses e insiste en que ha cumplido con las inversiones establecidas en la ley de hidrocarburos argentina.
Además, en uno de los pozos intervenidos participa junto con Repsol la empresa estatal chilena EnapSipetrol, con un 50%, que ha pedido explicaciones.
Los analistas consideran que la amenaza del Gobierno de Cristina Fernández de intervenir YPF no ha terminado. Por el momento, dos grupos de trabajo de los Gobiernos español y argentino estudian la situación para lograr una solución al conflicto.
"Sube la cotización de la Patagonia"
En un acto no exento de demagogia, en el que también participaron representantes del Gobierno argentino (entre ellos el representante del Estado en el consejo de YPF y el secretario de Energía), los gobernadores de las provincias del sur, Chubut y Santa Cruz, anunciaron la retirada de la licencia de explotación de cinco áreas de producción a YPF.En el acto participaron entre 10.000 y 15.000 personas, como trabajadores, sindicalistas, políticos y proveedores.Nadie pone en duda que detrás de la decisión está la presidenta argentina, Cristina Fernández, agobiada por el déficit de la balanza energética y el colapso de la economía argentina.El gobernador de Chubut, Martín Buzzi, atacó duramente a la petrolera filial de Repsol, a la que acusó de no "luchar por los intereses argentinos", informa el diario nacional Cronista. Según sus palabras, "las acciones de YPF van a seguir bajando, porque están subiendo las acciones de los pueblos patagónicos".