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Columna
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Enel, reflejo de la 'nueva' eurozona

La eurozona puede haber evitado la catástrofe en Grecia, pero la "nueva normalidad" no será un picnic. La actualización de la estrategia de Enel, la empresa pública más endeudada del continente, sugiere años difíciles en España e Italia. Sus responsables sorprendieron a los inversores con grandes recortes en los ingresos, provocando un descenso de las acciones superior al 7% en dos días. El precio de la acción de Enel está ahora un 40% por debajo de sus máximos de 2011, y los impuestos extraordinarios, una floja demanda y la rentabilidad por dividendo más baja del sector apuntan a que la recuperación puede estar un poco lejos.

La historia de Enel es la de la eurozona en miniatura. La compañía gastó libremente durante los tiempos de bonanza, apalancando durante los tres años de batalla por controlar Endesa. Ahora, con impuestos más altos y un estancamiento en las economías de sus principales mercados, Enel afronta su propio tipo de austeridad para reducir sus 44.600 millones de euros de deuda. Se avecina una reducción del dividendo, un nuevo programa de recortes de gasto y más acciones para aumentar el flujo de caja.

El objetivo de la compañía es recortarla en un tercio en 2016. Pero una ínfima retribución ha borrado una llave fundamental para ser dueño de alguna de sus acciones. Antes de la última actualización, la rentabilidad por dividendo era de un respetable 8%. Después de un recorte del 20% sobre los ingresos estimados para 2012, el porcentaje se reduce a un mísero 5% sobre el actual precio por acción. Standard & Poor's recortó el rating del grupo el jueves. Junto a la debilidad de la demanda, la compañía está luchando contra las presiones estructurales en Europa. Una mayor competencia y una inundación de nuevos proyectos de energía renovable han socavado los márgenes de beneficio en Italia, donde la empresa ya se enfrentaba a un nuevo impuesto.

Los jefes de Enel esperan, sin duda, que el dolor de hoy allanará el camino para un crecimiento más sostenible a largo plazo. A los que hayan seguido la crisis de la eurozona les sonará esto.

Por Kevin Allison

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