Una subasta simultánea para cerrar ya el mapa bancario
La gran banca cree que la reestructuración financiera dura ya demasiado. Ante ello, estudia diversas vías para presentar al Gobierno. La última fórmula es que el Banco de España realice una subasta simultánea de todas las entidades nacionalizadas y débiles. Este sistema se aplica en EE UU.
El selecto club de los cuatro grandes bancos españoles, Santander, BBVA, Sabadell y Popular está dispuesto a participar en mayor o menor medida (según sus posibilidades) en la constitución de un nuevo mapa financiero donde ellos serían los salvavidas de las entidades más débiles. Pero consideran que el procedimiento actual de subastas es demasiado lento y alarga demasiado la agonía de las firmas nacionalizadas. Mantienen incluso que el proceso de fusiones ahora en marcha podría no solucionar el problema de solvencia del conjunto del sector y serían necesarias nuevas operaciones corporativas.
Ante ello, sus principales directivos buscan soluciones para agilizar el proceso de saneamiento del sector financiero. "Nos reunimos y exponemos nuestras propuestas, pero es cierto que lo que hoy consideramos que es una buena solución, dos semanas después cambia", reconoce un alto cargo de un gran banco. Ahora, la última solución que tiene sobre la mesa la gran banca son las subastas simultáneas, señalan varias fuentes.
Consistiría en subastar todas las entidades débiles y nacionalizadas a la vez, y cada uno de los grandes grupos bancarios haría su oferta. Elegiría la entidad o entidades por las que quiere pujar por orden de preferencia, incluiría el plan de negocio para las firmas en cuestión y las ayudas que pediría (cuantas menos mejor). En caso de empate se haría otra subasta. "Así nos quitaríamos todos los problemas de un plumazo. Con las subastas simultáneas eliminaríamos el goteo permanente de subastas y fusiones y desaparecerían las entidades más débiles a la vez", señala otro directivo de otro gran banco. Otro ejecutivo añade que esta fórmula se utiliza en las subastas de activos financieros en Estados Unidos.
Esta vía debería estar apoyada por los cuatro grandes bancos y por La Caixa, que también participará en la absorción de alguna entidad que necesite fusionarse, como Banca Cívica, o por la nacionalizada Novagalicia. Los grandes bancos también quieren contar con el consenso de Kutxabank, una de las entidades más solventes del sistema y que pese a su tamaño pretende participar en procesos de absorción. Economía, de momento, no está de acuerdo con esta vía, según fuentes bancarias.
La petición de la banca incluye que estas subastas simultáneas vayan acompañadas de esquemas de protección de activos (EPA), es decir, de ayudas, tanto para las pujas por entidades nacionalizadas como para la absorción de entidades más débiles.
El problema es que ni el Banco de España ni Economía quieren ahora hablar de la concesión de este tipo de esquemas de protección para las fusiones. Solo están dispuestos a otorgar ayudas para las subastas de Unnim, (resuelta ayer a favor de BBVA), Banco de Valencia, Catalunya Caixa y para Novagalicia. E incluso para estas dos últimas entidades no se sabe aún cómo sería el esquema del EPA, si igual que el concedido a Sabadell para hacerse con CAM -el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) asume el 80% de las pérdidas futuras de la entidad subastada y la adjudicataria el 20% restante-, o las ayudas se harían por tipo de carteras, o por otro sistema. Fuentes de Economía, sin embargo, reconocen que lo "previsible es que el sistema de ayudas sea similar al concedido a Sabadell en la subasta por CAM".
Fuentes de la gran banca conocen la opinión del Gobierno, pero reiteran que si no hay ayudas difícilmente un banco se hará cargo de una entidad en dificultades. Y recuerdan que este sistema se ha llevado ya a cabo en otros países. Jaime Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell, ha sido el primero en pedirlo públicamente, pero su reclamación es colectiva.
Unicaja ha sido la primera en pedir un EPA al supervisor por 1.200 millones para seguir su fusión con Caja España, pero ha sido rechazado.
Repercusión en el cliente
El Gobierno no puede incrementar su déficit y menos con la concesión de ayudas a la banca. El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), mientras, no cuenta con dinero suficiente para hacer frente a los EPA de las entidades intervenidas ni para las operaciones de fusión. Necesita emitir o que el FROB le conceda un préstamo, que al final repercutiría en los clientes, según los expertos.