La automoción solicitará al Gobierno dos líneas del ICO
Pretenden ayudas financieras para apoyar a los concesionarios y a la compra de vehículos comerciales.
Las cuatro grandes asociaciones del automóvil españolas, dos por los fabricantes -Anfac y Aniacam- y dos por las redes de distribución -Ganvam y Faconauto-, mantendrán este semana una nueva y, previsible, ultima reunión para cerrar el documento de peticiones que el sector quiere elevar al Gobierno. Si cierran el acuerdo, solicitarán la próxima semana encuentros con los ministros de Economía, Hacienda e Industria y con Álvaro Nadal, responsable de la Oficina Económica de Presidencia de Gobierno.
Además de las medidas ya conocidas de un plan de ayudas a la renovación del parque, la eliminación del impuesto de matriculaciones o un mayor control de las ITV, el sector analiza la solicitud de ayudas financieras. Concretamente, aspiran a líneas de liquidez con el ICO para los concesionarios y para la adquisición de vehículos comerciales e industriales.
La falta de crédito generalizada que vive la economía española está afectando precisamente estas dos actividades. No así los créditos para la adquisición de vehículos, por parte de los particulares, cubierta en gran medida por las financieras de marca. De hecho, en algunos caso están aprobando por encima del 80% de las solicitudes presentadas por los particulares que acuden a las financieras de los concesionarios ante las dificultades que se encuentran en otras entidades de crédito.
Sin embargo, el problema estriba en el día a día de los concesionarios, como empresas que son, para obtener suficiente dinero con el que cubrir el circulante. La fuerte caída de las ventas de automóviles -el mercado se ha reducido a la mitad, desde los 1,6 millones de 2006 a los 808.000 del pasado año- está lastrando la obtención de fondos para hacer frente a los pagos a proveedores, nóminas o deudas financieras. Un problema que se agrava por el tiempo de stock de sus unidades (varios meses), a pesar de que los concesionarios deben desembolsar el pago del vehículo a la entrega por parte de la marcas. Eso supone una carga financiera difícil de asumir en estos momentos. A lo que se suma una reducción del margen, pues los descuentos medios por vehículo vendido llegan a los 3.040 euros.
La otra línea del ICO está pensada para los vehículos comerciales e industriales, adquiridos normalmente por empresas o autónomos, cuyas líneas crediticias están cerradas actualmente. Esto, junto con la fuerte caída de actividad, explica el deterioro de las ventas de los vehículos adquiridos por profesionales en España.